_
_
_
_
Reportaje:

En espera de la adaptación

Un agente minusválido de Medio Ambiente lleva sin coche desde que tomó posesión de su plaza, hace ocho meses

Álvaro Ramos tiene 28 años y hace ocho meses que tomó posesión de su plaza de agente de Medio Ambiente en el destino de Levante-Norte, en la provincia de Almería. Ramos hizo su examen en noviembre de 2007 y las notas, que tardaron un año en salir publicadas, confirmaron que había ganado una de las dos plazas para minusválidos que la administración regional había convocado.

"Fueron muchos años de esfuerzo, dedicación y entrega. Abandoné mi carrera de Biología para dedicarme a esto porque lo tenía claro: me encanta la naturaleza y este trabajo me hace feliz. Soy una persona muy activa y éste era mi sueño", relata el joven.

Álvaro se trasladó desde Córdoba a Almería. La minusvalía afecta a su brazo derecho, con una reducción de movilidad de un 40%. Por ello, antes de tomar posesión de la plaza, informó a sus superiores de que necesitaba un coche adaptado con marchas automáticas, con todos los mandos a la izquierda -los hay así de fábrica- y un pomo en el volante para poder girar. A Álvaro le pidieron paciencia y pasaron los meses. Ya en mayo, su espera se hizo tediosa y decidió enviar una carta escrita que pasara previamente por el registro de la administración para solicitarlo de manera formal. La misiva se envió a la propia consejera de Medio Ambiente, a la secretaría general técnica en Sevilla, a la secretaría de la Delegación en Almería y al propio delegado. Nadie le contestó.

"El tema es que esto ya ha empezado a afectarme personalmente. Me han puesto a hacer tareas administrativas desde que llegué, algo que no tiene nada que ver con mi trabajo. Además, para poder ir a trabajar tienen que venir a recogerme mis compañeros. Si alguno no puede un día me tengo que quedar en casa. Eso me hace sentir mal porque cobro por no hacer nada y mi trabajo me encanta y quiero desempeñarlo", explica.

La vida del agente ha quedado supeditada, a falta del vehículo, a la laboral por "depender" de sus compañeros tiene que amoldar sus horarios y fines de semana a la disponibilidad de estos. La situación, denuncia, le ha hecho sentirse "indefenso e indignado", además de "discriminado" por la propia administración. "Lo que me enoja es que la Junta haya convocado dos plazas para minusválidos como escaparate y fachada electoral y que luego se desentiendan del tema a la hora de dotar la plaza. Convocaron en 2005, el examen se hizo en 2007, tardaron un año en corregir los exámenes. Han tenido tiempo de sobra, hasta marzo de 2008, para hacerlo. Me veo impotente por no poder hacer mi trabajo", remacha.

La última noticia que tuvo sobre el vehículo que necesita, en septiembre pasado, confirmaba que éste aún tardaría un tiempo por cuestiones relacionadas con trámites de "riesgos laborales". "Ni siquiera era una carta que me enviaban a mí sino a uno de mis superiores haciendo constar que había que pasar un trámite. Algo insólito si tenemos en cuenta que tengo carné de conducir y los códigos para la homologación del coche", concluye.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_