La clase política de Francia sale en defensa de Strauss-Kahn
Las aventuras sentimentales de sus dirigentes no afectan a la consideración política que los franceses tienen de ellos. La clase política francesa salió ayer en defensa del director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el ex ministro de Economía socialista Dominique Strauss-Kahn. Sobre éste, el FMI ha abierto una investigación por un supuesto abuso de posición al favorecer a una ex empleada con la que mantuvo una relación.
El portavoz del Gobierno, Luc Chatel, rindió homenaje a DSK, como se le conoce en Francia, que en su opinión "ha demostrado, en toda la travesía de esta crisis, que estaba a la altura de los acontecimientos; ha asumido toda la dimensión de su papel en las últimas semanas y ha sido el hombre de la situación". Sobre la investigación del FMI, Chatel se limitó a señalar: "veremos en una decena de días si hubo abuso de poder o no".
DSK disputó y perdió contra a Ségolène Royal la candidatura socialista a la presidencia francesa y, poco después, se convirtió en el director gerente del FMI, sustituyendo a Rodrigo Rato, con el apoyo explícito de Sarkozy.
Los socialistas salieron en su defensa. "Podría tratarse de un intento de desestabilizarle", señaló el diputado Jean-Marie Le Guen. "Es un incidente de la vida de una abrumadora banalidad y queremos convertirlo en un gran escándalo político", dijo uno de sus fieles, Jean Christophe Cambadelis.
Pero la defensa definitiva le llegó de manos de su esposa, la periodista Anne Sinclair. En su blog, Sinclair escribía: "No quiero hablar de mi vida privada, pero quiero poner fin a estos rumores maliciosos. Por mi parte, este incidente de una noche está ya detrás nuestro; hemos pasado página".
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