Al Sporting le va Camacho
El cuadro gijonés vuelve a ganar como 'primera' en El Molinón a los diez años de hacerlo ante el Espanyol del hoy técnico osasunista
Entre gritos y suspiros de última hora, la afición del Sporting cantó victoria como equipo de Primera en El Molinón diez años después. Lo hizo además con Camacho en el banquillo visitante, como en la temporada 1997-98, cuando dirigía al Espanyol. Ayer, en su debut con Osasuna, vio que tiene trabajo.
También su colega, Preciado, que, por muy bien que le suenen estos dos triunfos seguidos, no puede estar contento. Aparte su espíritu de lucha, el Sporting dejó una imagen preocupante, sólo aliviada por el nivel de su rival, a años luz de los anteriores visitantes: Barcelona y Villarreal.
El caso es que el sportinguismo ya ha podido comprobar que su equipo está jugando otra Liga. Más asequible, en la que se celebran victorias de vez en cuando, pero de un balance futbolístico con un sospechoso parecido al de la década anterior.
SPORTING 2 - OSASUNA 1
Sporting: Cuéllar; Sastre, Gerard, Neru (Jorge, m. 53), Canella; Matabuena, D. Camacho; L. Morán (Maldonado, m. 66), Carmelo, D. Castro (K. Mateo, m. 78); y Bilic. No utilizados: S. Sánchez; I. Hernández, Míchel y Barral.
Osasuna: Ricardo; Azpilicueta, Roversio, M. Flaño, Oier; Puñal, Nekounam; Juanfran (Masoud, m. 46), Sola (Dady, m. 81), Ezquerro; y Portillo (Josetxo, m. 46). No utilizados: Roberto; Vadocz, H. Font y T. Gomes.
Goles: 1-0. M. 11. Carmelo. 1-1. M. 15. Ezquerro. 2-1. M. 40. Bilic, de penalti.
Árbitro: Medina Cantalejo. Expulsó a Roversio (m. 39) por agarrar a Bilic en el área en la jugada del penalti. Amonestados: Gerard, Sastre, Neru, Jorge, Carmelo, K. Mateo, Maldonado, Puñal y Azpilicueta.
Unos 22.000 espectadores en El Molinón.
Los 90 minutos de mal juego sólo se vieron salpicados por la descarga de adrenalina que provocan los goles. Los dos primeros, además, con la generosa colaboración de las respectivas defensas. Y el tercero, con el añadido de la polémica, ya que Medina Cantalejo dejó a Osasuna para el arrastre: además del penalti, le puso con un hombre menos en una jugada que difícilmente se puede calificar como manifiesta ocasión de gol.
El caso es que el Sporting, que echó sapos y culebras por el gol que le derrotó frente al Villarreal, supo aprovechar sus oportunidades. Después, se limitó a verlas venir ante un Osasuna que no fue carne ni pescado. Camacho cambió a un delantero por un central en el descanso con un resultado contradictorio tal como iba el partido: ganó control y perdió remate, aunque las pocas ocasiones del segundo tiempo fueron suyas, incluida una clarísima de Dady.
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