Hacienda se opone a reponer el impuesto de sucesiones

El consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, dijo ayer que el restablecimiento del impuesto de sucesiones y donaciones supondrá "una clara involución" en las competencias autonómicas y avanzó que el Gobierno de Madrid hará todo lo que jurídicamente esté en sus manos para evitarlo.

Beteta compareció ante la prensa para explicar algunos asuntos tratados en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera. Aseguró que el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, informó de la "intención" del Gobierno de imponer un mínimo común sobre este impuesto a las comunidades autónomas, así como de la "voluntad" que tienen de llevar esta medida al Parlamento para su aprobación.

Para el consejero, la imposición de un mínimo común sobre el impuesto de sucesiones y donaciones -prácticamente eliminado en la Comunidad de Madrid- es un hecho "gravísimo" con vistas a la negociación de un nuevo sistema de financiación autonómica, y una "clara involución" en las competencias autonómicas que Madrid "no está dispuesta a tolerar".

Avanzó que el Gobierno regional adoptará las medidas judiciales que crea oportunas, y añadió que alentarán la protesta autonómica si el sistema de financiación se basa en subidas de impuestos, lo que para Beteta es "lo que más le gusta hacer al PSOE".

A su juicio, la "contrarreforma" tributaria que proyecta el Gobierno aumentará la presión fiscal, perjudicará el desarrollo económico y afectará a la inversión empresarial y al consumo en regiones como Madrid, donde la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones ha supuesto para sus ciudadanos un ahorro de 1.400 millones de euros.

Beteta, que acusó al Gobierno de "falta de seriedad" y de utilizar la técnica del "yoyó", ya que "por un lado te doy 400 euros y por otro no te deflacto la tarifa del IRPF", ha defendido para las comunidades autónomas la capacidad de poder subir o bajar impuestos según sus políticas económicas.