Los nuevos barrios, en el origen de la tromba de agua

Los vecinos de la avenida de Vicálvaro, en Coslada, fijan su mirada al fondo de la calle cada vez que recuerdan la riada que en la madrugada de ayer volvió a inundar sus casas. Buscan con sus ojos la M-45, la que consideran la madre de todos sus males.

Los técnicos de la Comunidad de Madrid les dieron ayer la razón. Al menos en parte. Según sus informes iniciales, las obras de urbanización que se realizan al otro lado de la autovía provocaron la acumulación de agua, que se desbordó arrastrando grandes cantidades de barro. Hasta ahí, el Gobierno regional coincidió con el Ayuntamiento de Coslada, que achaca la fuerza de las riadas al movimiento de tierras realizado en los nuevos barrios de Madrid.

La Consejería de Presidencia, Interior y Justicia se desmarcó del Consistorio para pedir a su alcalde, el socialista Ángel Viveros, que desarrolle las infraestructuras necesarias para evitar que nuevas tormentas continúen provocando inundaciones en el barrio de Coslada 70. El propio Ayuntamiento reconoció ayer que no ha tenido tiempo material para ejecutar los trabajos necesarios desde las últimas lluvias, hace 20 días.

"Desde el pasado 22 de septiembre, aquí no ha venido nadie a desatrancar los desagües, y hace apenas unos días estaban llenos de barro", se quejó ayer María del Pilar, una de las vecinas afectadas, mientras mostraba una fotografía realizada el pasado viernes.

Reunión con el Canal

Por su parte, el Ayuntamiento de San Fernando de Henares, donde medio centenar de garajes y cuartos trasteros quedaron inundados a causa de las fuertes lluvias, anunció que solicitará una reunión con los responsables del Canal de Isabel II con el fin de poner solución a la saturación de los colectores de agua que rodean la localidad y que el Gobierno local considera una de las causas de las riadas. "Independientemente de las competencias que tengan otras administraciones, como el Ayuntamiento de Madrid con los nuevos desarrollos urbanísticos junto a la carretera M-45, acometeremos de urgencia las obras necesarias en la zona baja de San Fernando", indicó el Ayuntamiento a través de un comunicado.

A primera hora de la tarde, empleados municipales trabajaban en la apertura de una vía de escape de agua que evitase la creación de embalses en la calle de Oslo.