Historias de una ciudad naval

Lorref es el topónimo ficticio que la escritora Xohana Torres ideó para referirse a la ciudad naval en su poemario Estacións ó mar. Resulta de escribir Ferrol al revés. Bajo el título Historias de Lorref, la corporación ferrolana estrenó la semana pasada un ciclo de cine que aspira a repasar los 150 años de historia de la ciudad desde el superocho hasta la tecnología digital de las últimas producciones rodadas en la urbe.

La ciudad cumple hoy un siglo y medio con este rango oficial que la distingue como la urbe gallega más septentrional. Para conmemorar esta efeméride, el gobierno bipartito, PSOE-IU, ha diseñado un programa de actos dominado por la imagen con guiños al pasado, al presente y al futuro de la ciudad. Fue una reina, Isabel II, quien el 13 de octubre de 1858 promulgó el Real Decreto que concedía a Ferrol el rango de ciudad. Lo hacía pocas semanas después de que llegara a bordo del vapor Isabel La Católica y recibir a una delegación de políticos y comerciantes locales que reclamaban para la urbe un título que la alejara de la pequeña villa de pescadores y marineros que estuvo en su origen, documentada desde el siglo XI.

150 años después de aquella real visita, otra reina, Doña Sofía, será quien presida este miércoles los actos centrales del aniversario de la urbe naval en la inauguración de una exposición de fotografía histórica en el Museo de Herrerías con litografías e imágenes del XIX.

Siete meses después de su última visita, la Reina regresará al mismo museo, un edificio de estética racionalista encuadrado en el Arsenal militar, que ya inauguró junto al Rey y a los Príncipes de Asturias el pasado 10 de marzo, tras asistir a la botadura del Juan Carlos I, el mayor buque de la Armada. Desde el municipio, destacan que la presencia de un miembro de la familia Real en los actos conmemorativos refuerza "los estrechos vínculos que la ciudad y la monarquía mantuvieron históricamente", ligados al poderío naval de la ría gallega.

Otros monarcas, como Alfonso XIII visitaron repetidamente Ferrol para las botaduras de los acorazados España y Alfonso XIII a principios del siglo XX. Esas imágenes se proyectaron estos días en la ciudad junto a otras que marcan hitos como la botadura en 1972 del superpetrolero Arteaga desde las gradas hoy vacías de la antigua Astano.

Una mirada en blanco y negro al Ferrol de 1913 con la proyección "de las primeras imágenes rodadas de Galicia" que se conservan en el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI), explica su director Guillermo Escrigas. El ciclo de cine proyectado por el CGAI guarda otras curiosidades como una cinta de 1973 del alemán Win Wender, La letra escarlata, rodada en las playas de Cobas, o los acantilados de Valdoviño que sirvieron de escenario para que Roman Polanski ambientara en 1994 La muerte y la doncella.

Hasta diciembre, los espectadores podrán visionar en la Fundación Caixa Galicia el duelo actoral de Francisco Rabal y Federico Luppi sobre las tablas ruinosas del teatro Jofre en Divertimento (2000), de José García Hernández o Surcos, de José Antonio Nieves Conde (1951) y guión del escritor ferrolano Gonzalo Torrente Ballester que a ratos consiguió "sortear la censura franquista" aplicando la ingeniería verbal, explica Escrigas. También se proyectará Raza (1941), uno de los títulos más emblemáticos de la posguerra civil con guión de Jaime de Andrade, el pseudónimo que el dictador Franco utilizó para firmar la obra.

El calendario de actos programado por el 150 aniversario se prolongará hasta finales de año. Incluye música, la muestra fotográfica Ferrol, a cidade vivida compuesta por 72 retratos de rostros conocidos y anónimos que sintetizan "las mil caras de los ciudadanos" y un ciclo de conferencias que repasará la historia de la ciudad desde su fundación como puerto militar borbónico hasta el movimiento obrero que sacudió el fin de la dictadura franquista.