Los congresos de ERC certifican el auge de Puigcercós y el declive de Carod
Los críticos de Carretero no ganan ni en su feudo del Pirineo
No las tenían todas con ellos, pero los afines a Joan Puigcercós, del sector oficialista, lograron imponerse ayer en los congresos regionales de Esquerra Republicana (ERC) celebrados en Lleida y en el Pirineo, los cónclaves que cierran el proceso de renovación de la dirección del partido. La victoria de Àngel Vidal en Lleida y de Judit Sanmartí en La Seu d'Urgell frente a sus rivales de los sectores críticos del partido certificaron que el presidente, Joan Puigcercós, ha logrado el control casi absoluto de la organización frente a un Josep Lluís Carod Rovira cada día más debilitado y a unos críticos de Joan Carretero también venidos a menos.
Nueve de los 12 nuevos presidentes regionales de ERC son afines a Puigcercós, dos obedecen, con matices, al crítico Joan Carretero y sólo uno a Josep Lluís Carod Rovira. Este juego de mayorías ayuda a que Puigcercós solidifique su mayoría también en el consejo nacional del partido.
Y eso que los de Puigcercós se impusieron ayer por la mínima sobre los críticos de Joan Carretero. En Lleida, el oficialista Àngel Vidal consiguió 230 votos, frente a los 193 de Jaume Fernández. En el Pirineo la concejal de Alp (Cerdanya) Judit Sanmartí se impuso con 82 votos. En segundo lugar, con 66, quedó la candidatura de los críticos, que encabezaba Xavier Porta, alcalde de Bellver de Cerdanya.
Carod, sólo Barcelona
Así pues, los críticos de Joan Carretero no lograron imponerse ni siquiera en su feudo del Pirineo. Y teniendo en cuenta que Carretero, ex alcalde de Puigcerdà, fundó allí su movimiento crítico con la continuidad de ERC en el Gobierno catalán.
Al final del proceso congresual Carretero sólo se ha llevado victorias en Tarragona y en el Ebro, federaciones en las que ha concurrido junto a Puigcercós con el objetivo de desbancar a Carod de sus feudos históricos.
Expulsado de Tarragona, a Carod sólo le queda Barcelona ciudad. Su candidato allí, Oriol Amorós, se impuso sin problemas al candidato oficialista el pasado sábado. Sin embargo, fuentes próximas a Amorós insisten en que ni Amorós ni Jordi Portabella, la otra cabeza visible del partido en la capital, se sienten próximos a Carod Rovira. Dieron su apoyo a Carod en el congreso nacional, sí, pero ahora, con el consejero casi fuera de juego, insisten en desvincularse de él.
Silencio ante el asalto final
Puigcercós y Carod se midieron en el Congreso nacional del pasado junio y ganó el primero; han repetido el duelo en una docena de congresos regionales y se ha repetido el resultado. En un partido con tanta capacidad para exhibir su división a los cuatro vientos, la militancia ya espera ahora saber si habrá un tercer round. Y es que Josep Lluís Carod Rovira mantiene en pie su desafío de acudir a unas primarias para que los militantes decidan el cabeza de cartel de ERC para las próximas elecciones autonómicas. ¿Tercer intento de Carod o primera oportunidad para el nuevo presidente?
Josep Lluís Carod Rovira mantiene silencio. De hecho, no hay razones objetivas para precipitar una decisión. No hay elecciones convocadas y, pese a las incertidumbres que rodean el Gobierno catalán, con la financiación y la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto en el aire, unas elecciones anticipadas se antojan poco probables a corto plazo. Así pues, Carod tiene tiempo. Sus partidarios esperan que el consejero de la Vicepresidencia mantenga la incógnita sobre su candidatura. Carod tiene un departamento con pocas competencias pero con un amplio escaparate centrado en repartir subvenciones, recuerdan. Además, creen que mientras Carod gana tiempo se multiplican las posibilidades de que Puigcercós cometa errores.
Los próximos a Puigcercós piden todo lo contrario. "Si Carod valora el partido, lo que tiene que hacer es retirarse, dejar vía libre al nuevo líder", dice un colaborador del presidente.
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