Rajoy presenta a Feijóo como el futuro frente al "agotamiento" del bipartito

A menos de medio año de la próxima cita con las urnas en Galicia, Mariano Rajoy aprovechó ayer la convención anual interparlamentaria de su partido para dar un espaldarazo al sucesor de Manuel Fraga al frente de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, un marianista de pro, uno de los barones regionales de la máxima confianza del líder, que apostó por él en el complejo proceso sucesorio del patriarca. Frente al "agotamiento político" de sus adversarios, socios en el gobierno PSOE-BNG de la Xunta, Núñez Feijóo es, para Rajoy, el único "líder pegado a la realidad, el único que sabe lo que quieren los gallegos". El jefe de la oposición en Galicia, insistió, es, frente a "síntomas del pasado" como Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, el que representa "Galicia y su futuro".

Las palabras de Rajoy llegaron en el primero de los muchos actos que protagonizará en su tierra natal de aquí a las autonómicas de 2009. El apoyo es importante para el PP gallego, que espera la respuesta de sus alcaldes y presidentes locales a la encuesta que encargó para diseñar la estrategia electoral y mejorar la imagen de Feijóo, quien encabezará, por primera vez tras casi dos décadas de fraguismo, el cartel de los populares.

El presidente nacional del PP abundó en sus críticas a Zapatero por marginar a Galicia, "paralizar" el AVE o incluso recurrir "a lo peor, el engaño" para maquillar las inversiones en esta comunidad en los Presupuestos del Estado. "Galicia le sale gratis al Gobierno de Zapatero", afirmó Rajoy, "porque utiliza el truco de pintar cifras de inversiones que luego no ejecuta, y al año siguiente las vuelve a pintar". Y aunque el dirigente nacional enfatizó la figura de Feijóo como la del "futuro", echó mano de reivindicaciones tradicionales, como el Plan Galicia, aprobado por el Gobierno de Aznar en la catástrofe del Prestige de 2003. También criticó Rajoy que embajadores en el extranjero sean ex diputados del PSOE, como el gallego Miguel Cortizo, hoy destinado en Paraguay, y el de Argentina, Rafael Estrella. El líder del PP reclamó el voto emigrante en urna, vieja demanda de todos los partidos que están en la oposición y que esta vez parece contar con el apoyo de todas las formaciones gallegas.

Feijóo, que precedió a su jefe de filas en la tribuna, también se esforzó por presentarse como el único que habla de Galicia y su futuro, frente a "otros que en el debate sobre el estado de la autonomía sólo hablan de la oposición".