"¿No vuelven? ¿Pero esto no era la vuelta al mundo?"
50.000 espectadores acuden a la salida de la Volvo Ocean Race desde Alicante
La lluvia asomó por Alicante. Pero como sabía de la importancia de la jornada las primeras gotas no empezaron a caer hasta que las ocho embarcaciones que iniciaron ayer la Vuelta al Mundo 2008/09 ya ni se imaginaban en el horizonte. El día, gris, como se recuerdan pocos en la costa alicantina, deslució el espectáculo. Aunque no obligó a nadie a quedarse en casa. Unos 50.000 espectadores visitaron ayer el Race Village del Puerto. Si bien, quienes planificaron pasar una tranquila mañana de sábado en el mar, vieron truncados sus planes.
Apenas un centenar de embarcaciones salió a mar abierto para contemplar el inicio de la regata y despedir a los valientes tripulantes que se enrolan ya en una aventura difícil de comparar. Nada comparado con las 700 embarcaciones que una semana antes disfrutaban, en el mismo escenario y bajo un espléndido sol, de la primera regata costera de la competición.
La ciudad se despide del evento con la esperanza de volver a albergarlo
Arranca la Volvo Ocean Race. Y Alicante dice adiós. Al menos, hasta dentro de tres años, si la ciudad consigue, como pretende, repetir como puerto de salida. Porque los barcos ya no vuelven. "¿No vuelven?", se preguntaban entre sorprendidos e indignados algunos curiosos hace una semana. "¿Pero esto no es una Vuelta al Mundo?". Sí. Pero no regresa al punto de partida. Finalizará en unos nueve meses en San Petersburgo. No en Alicante.
Con todo, la ignorancia respecto a la competición va disminuyendo. "Nosotros no sabemos casi nada. Sabemos que hay ocho barcos. Y que el negro y el azul son los nuestros. Nada más", apuntaba una vecina de Novelda, que ayer pasó el día con la familia en Alicante y, de paso, disfrutó del espectáculo desde la pasarela junto a la bocana, como otros muchos. Y le gustó. Pese a no ser experta en vela.
Pero además de los barcos, una de las atracciones fue la presencia de la Familia Real, que se desplazó a pie desde el hotel al Race Village -a no más de 100 metros- entre vítores. Los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, acompañados de las infantas Elena y Cristina, despidieron en el pantalán a los 88 tripulantes de los equipos participantes minutos antes de que éstos embarcaran rumbo a Ciudad del Cabo, próximo puerto, y mientras pasaban los últimos instantes con sus familias. Con el cañonazo de salida, que dio el Rey desde la fragata Navarra, Alicante dijo adiós a la Volvo Ocean Race. Más información en deportes
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