Benidorm multa igual a 'manteros' que a prostitutas
El Ayuntamiento de Benidorm aplica la misma normativa contra la prostitución que contra el trile y los manteros, y sanciona con hasta 1.500 euros a las prostitutas que realizan "transacciones económicas en la calle", según el concejal de Seguridad Ciudadana, José Bañuls. Al igual que en los anteriores casos, a las personas que vulneran la ordenanza los policías levantan acta y decomisa el "material" que utilizan para realizar su trabajo, en este caso los preservativos, pañuelos o toallitas.
El consistorio ha aparcado la redacción de la nueva ordenanza debido al "poco éxito" que ha tenido en otras ciudades como Barcelona, y ha encontrado en la normativa vigente un rescoldo para amedrentar a las meretrices. El resultado ha sido de un "gran éxito", según Bañuls, que considera que se ha "anulado prácticamente" su presencia en la zona turística.
Y es que en los meses de junio y julio se detectó la práctica de la prostitución en la zona guiri, alrededor de la calle Mallorca, donde hay una gran concentración de pubs, discotecas y hoteles. Más de 30 prostitutas de origen rumano y senegalés se instalaban diariamente en la calle para captar a turistas. En ocasiones se aprovechaban del estado de embriaguez de los turistas para robarles la cartera sin necesidad de culminar la relación sexual, lo que, junto a un aumento de los hurtos y tirones, y el incremento de mendigos, derivó en un grave problema de inseguridad, del que se llegó a hacer eco la prensa británica.
La patronal hotelera Hosbec pidió al Ayuntamiento una actuación efectiva en la zona para evitar que esta imagen perjudicara al turismo. Según Bañuls, debido al vacío legal existente y a que "la prostitución no es delito" estudiaron otras fórmulas. La más inmediata fue incrementar la presencia policial, que actuó sobre las inmigrantes ilegales. A continuación, empezaron a trabajar con otras ordenanzas como las de Barcelona o Castellón. "Lamentablemente donde hay ordenanzas específicas su aplicación no ha tenido el éxito esperado", indicó Bañuls. La herramienta para perseguir esta actividad ya existía, la ordenanza contra el trile y los manteros. Estos últimos son vendedores ambulantes de viajes y excursiones a los turistas, que compiten con las agencias de viaje para llevarse a los turistas a pasar el día en autobús a cambio de visitar una tienda o fábrica para que adquieran productos.
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