400 pasajeros atrapados a una milla

"Me ha dado tiempo de acabar de leerme El arte de la felicidad, del Dalai Lama, y con él tratar de buscarle algo positivo a casi 24 horas en un barco para el recorrido Ibiza-Dénia. Y me dejan en Valencia". Juan Antonio Serra fue uno de los 400 pasajeros que se vieron atrapados en uno de los tres ferrys que unen Islas Baleares con la Comunidad Valenciana y que en la noche del jueves se encontraron con los puertos de Dénia y Valencia cerrados, una tormenta con olas de hasta tres metros y sin poder atracar. Baleària e Iscomar facilitaron camarotes a los pasajeros, según fuentes de ambas compañías, y las naves atracaron pasadas las doce de ayer.

El Isla de Botafoc, en el que viajaba Juan Antonio Serra, salió de Palma a primera hora de la mañana, a las 15.00 de Ibiza y tenía prevista la llegada a las 21.00 a Dénia. Una vez en el barco, los pasajeros conocen que no podrán llegar a Dénia sino que lo harán a Valencia, lo que supone dos horas más de trayecto marítimo más el tiempo del autocar que la compañía pondría a su disposición. Pero a las once de la noche del jueves el puerto de Valencia estaba también cerrado. Familias enteras, pasajeros con citas de trabajo y otros de fin de semana largo se quedaron atrapados a una milla del puerto hasta ayer. No fueron los únicos. Baleària suspendió cuatro trayectos dobles, Iscomar dos. En total, más de tres mil pasajeros sufrieron las consecuencias. Al cierre de esta edición, se mantenían cerrados los puertos de Valencia, Dénia y Sagunto. Sólo el puerto de Valencia dejaba salir barcos pero permitió exclusivamente la entrada a los tres ferrys que habían quedado atrapados. Se espera que hoy, aún con alerta naranja, se normalice el tráfico.

Iscomar y Baleària explicaron ayer que el número de pasajeros afectados podría haber sido mayor de no haber sido por las cancelaciones que los propios viajeros realizaron antes de su salida tanto de puertos valencianos como de los de Islas Baleares. También aseguraron las compañías que dieron la salida a los tres transbordadores que luego quedaron atrapados por no poder atracar contando con la información de que se disponía en cada destino y que sólo daba por cerrado el puerto de Dénia.

También el aeropuerto de Manises tuvo que actuar ante la brutalidad de las precipitaciones durante la tarde noche del jueves. Tres vuelos tuvieron que ser desviados ante la imposibilidad de operar en el aeropuerto de Valencia.