Un organismo de la Diputación de Girona apoya la necesidad de la línea de alta tensión

Un estudio encargado por el Consejo de Iniciativas Locales para el Medio Ambiente (CILMA) concluye que Girona "necesita" una línea de 400 kilovatios y que el "debate" se centra en su construcción: aérea o soterrada. Este organismo depende de la Diputación de Girona y tiene como objetivo velar por la sostenibilidad y el cuidado ambiental del crecimiento económico del territorio. El informe responde así a la reiterada "falta de justificación" de la infraestructura denunciada por la asociación de municipios afectados por la línea de muy alta tensión, adscritos en su mayoría al CILMA.

El estudio, realizado por un equipo independiente de ingenieros, advierte de que la red eléctrica actual está "deteriorada y saturada" y que no puede absorber el ritmo de crecimiento del consumo energético ni el que supondrá en el futuro la llegada del tren de alta velocidad. Según Josep Codony, coordinador del estudio, "es posible abastecer el AVE con una línea de 220 kilovatios, pero sólo si es exclusiva para esta función".

El estudio también avala la viabilidad técnica y económica de soterrar la línea a su paso por Girona, entre Bescanó y Santa Llogaia d'Àlguema y el ramal de Riudarenes. Los alcaldes de los municipios afectados defienden que la MAT se soterre en todo el territorio gerundense y no sólo en el tramo transfronterizo con Francia, como está previsto.

Según el informe, la alternativa más cara de soterramiento entre Bescanó y Santa Llogaia duplicaría los costes del trazado aéreo, por el que apuestan Red Eléctrica Española (REE) y el Ejecutivo. La propuesta analiza diferentes soluciones técnicas y critica la teoría de REE según la cual, enterrar la MAT multiplica por 12 el coste de construcción de la línea. En concreto, los costes estimados para el soterramiento suman 541,50 millones en galería de PVC y 683,85 millones en hormigón. REE presupuesta para el trazado aéreo 303 millones de euros.