Tusquets, decepcionado por el rechazo a su hotel del Palau de la Música

El arquitecto Óscar Tusquets difundió ayer un manifiesto, que tituló Desencantado, en el que muestra su decepción a raíz de la decisión de la Generalitat de rechazar su proyecto de derribar dos fincas de la calle de Sant Pere més Alt, una de ellas modernista, para ubicar un hotel del Palau de la Música. Los expertos de Patrimonio se han opuesto a descatalogar los edificios y autorizarían un nuevo proyecto siempre que respetase las fachadas, su volumetría y la actual alineación de la calle. "Muy a nuestro pesar y con la convicción de que la ciudad pierde una oportunidad preciosa de la que la historia nos hará responsables, nos vemos obligados a modificar nuestro proyecto", dice.

La queja no queda ahí. El arquitecto advierte de la dificultad de cumplir con el compromiso de respetar el "modesto" edificio modernista de Millàs (situado en el chaflán con Amadeu Vives) y, a la vez, conseguir encajar el hotel "en una nueva edificación de calidad arquitectónica aceptable". "Prometemos hacer lo que buenamente podamos", precisa.

El proyecto original preveía la demolición de las dos fincas mantener la fachada de una tercera -la que Patrimonio no pone objeciones en derribar- de la que partía una diagonal sobre la que se trazaba la planta del hotel. Tras conocer la decisión de Patrimonio, Carles Díaz, socio de Tusquets, ya aludió a la dificultad de afrontar las obras de la pista poliderpotiva de La Salle, vinculada al proyecto global, porque querían trabajar a través de una las casas que no se derribarán.

Tusquets recuerda en el manifiesto los resultados "espectaculares" de alguna de sus actuaciones anteriores en el Palau y cuestiona que deba conservarse la casa de Millàs por su diálogo con el Palau. El texto está fechado el 28 de septiembre, pero se difundió ayer después de que el martes se reunieran expertos en Patrimonio de la Generalitat y el Ayuntamiento para abordar el asunto.

Esquerra Republicana, el único partido que se opone a la construcción del hotel, celebró el anuncio de la retirada del proyecto original y pidió un replanteamiento global. El regidor Ricard Martínez subrayó la contradicción de construir un hotel en una zona con excesiva oferta turística y la voluntad de pacificar el tráfico.