Luz roja para Sergio Ramos
El lateral acusa el sobreesfuerzo de tener que convertirse en el único extremo del Madrid y, además, padece molestias en el pubis
Sergio Ramos sube y baja, baja y sube, vuelve a subir y vuelve a bajar, pero no es incansable. En la pasada Eurocopa ya se encendió una luz roja en su organismo. Había perdido gas. No tenía el empuje de siempre. Además, Luis Aragonés le exigía que atendiera a unos "códigos del fútbol". Hablaba de cosas "exteriores". Quizá las mismas que han llevado al Madrid a plantearse contratar a un detective privado que vigile la vida extradeportiva del lateral derecho. Como en su día hizo el Inter con Christian Vieri.
No sólo ha perdido lucidez en la fase ofensiva y precisión en los centros, sino que ya muestra carencias en la fase defensiva. El domingo, en el segundo gol del Espanyol, fue Heinze quien se tuvo que colocar en el segundo palo para marcar a Luis García. Sergio Ramos se quedó mirando a unos metros con cara de impotencia. Lo mismo ocurrió en la jugada del penalti a Tamudo. Los técnicos, que hablan de un Sergio Ramos exprimido y con molestias por los problemas que sufre en el pubis -se queja de ellos al final de los partidos, pero también en los entrenamientos-, le perdonan sus fallos defensivos. Asumen que el sevillano no puede estar en todas.
Conscientes de su pundonor, los técnicos le perdonan los fallos defensivos
"La primera misión de un defensa es defender, pero con Sergio el discurso cambia. Tampoco es plan que suba siempre, pero, al no tener un jugador de banda, la parte derecha se queda huérfana y a él se le pide que supla esa carencia y suba a hacer un trabajo que, en teoría, no le compete. Descargamos el juego por ese carril aprovechando su fuerza y potencia", explican desde el cuerpo técnico.
De ahí que esté justificado en caso de fallos defensivos. De ahí que la línea de atrás se tenga que organizar sin su aportación. Si puede replegarse bien; si no, hay que reorganizarse sin él. Diarra es el que tiene que bascular por la derecha y cubrirle y los tres de atrás tienen que multiplicarse para cubrir más espacios y desplegarse en diagonal. "Es un riesgo que corremos y que tenemos más que asumido y calculado. Por eso, en las segundas partes cambiamos de banda a Robben. Si le colocamos a la derecha aun siendo zurdo es por algo: hay que aligerar las cargas de Ramos", corrobora uno de los técnicos.
Eso se refleja también en las cargas de trabajo. El lateral derecho del Madrid, de 22 años, tiene unos entrenamientos más ligeros que los demás para que las molestias en el pubis no vayan a más. El cuerpo médico no quiere llegar a forzarle demasiado para evitar que el jugador pase por el quirófano. De ahí que esta temporada haya entrado en el sistema de rotaciones diseñado por Walter di Salvo, responsable de la preparación física, que ha terminado por convencer a Bernd Schuster de que su sistema de datos puede dar un cuadro preciso de la condición física de cada jugador.
También es cierto que Ramos no tiene recambio en la plantilla -el técnico recurre a Míchel Salgado sólo en caso de extrema necesidad- y que de los dos partidos que no ha jugado esta temporada (Numancia y Sporting) sólo uno se debió a las rotaciones. La temporada pasada fue el tercer jugador que más minutos disputó (2.818), después de Casillas (3.240) y Raúl (3.118).
Sergio Ramos en el ranking de jugadores del Real Madrid de lalistaWIP
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.