"Una de cada diez personas padece algún tipo de insuficiencia renal"

Los últimos estudios epidemiológicos concluyen que la enfermedad renal está muy extendida y que un elevado número de personas desconocen que tienen un problema en sus riñones. El 38º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) reúne desde ayer a 900 especialistas en esta patología y presentará los últimos resultados sobre el alcance de la enfermedad renal, así como los avances científicos para detectar y contrarrestar la enfermedad. El presidente del congreso, Fernando Vidaur, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Donostia, advierte de que "hay todavía mucho camino por recorrer", pero es optimista, porque los médicos de familia están "sensibilizados" y el Ministerio de Sanidad tiene previsto "aprobar un plan de salud renal" a instancias de la

"El Ministerio de Sanidad aprobará un plan nacional de salud renal"

En España no existían estudios precisos sobre la incidencia real de la enfermedad renal crónica. Vidaur adelante parte de las conclusiones extraídas del estudio Epirce, realizado conjuntamente por el SEN (1.535 asociados) y el Ministerio de Sanidad y aún sin hacerse público: "El 9,24% de la población (cuatro millones de españoles) tiene una afección renal, desde un problema mínimo hasta una incidencia grave. Por lo general, son mayores de 60 años, con la tensión alta, diabetes, obesos y sedentarios".

Dentro de ese número importante, las personas con algún grado de insuficiencia renal representan el 6,5%, según el informe Epirce: "Estas personas, aunque sea en un grado incipiente, no depuran correctamente las toxinas de su organismo a través de la orina". Las proporciones son extrapolables al País Vasco, explica el doctor Vidaur. En España hay 40.000 pacientes sometidos a un tratamiento permanente, bien trasplantados o con diálisis.

"La mayoría de las personas que sufren alteraciones renales no lo saben", afirma Vidaur. Es lo mismo que les ocurre a muchos hipertensos o diabéticos. En los estudios realizados por el SEN, añade el secretario de esta asociación, el doctor Roberto Alcázar, se ha constatado que una de cada cinco personas que acuden a los centros de salud tiene una función renal por debajo del 60% de lo normal. De todos ellos, el 40% tienen una enfermedad renal oculta, con una mayor incidencia en las mujeres que los hombres.

Por esta razón, Vidaur es partidario de implantar "un sistema generalizado que nos permita detectar, mediante un simple análisis, si el paciente tiene una insuficiencia renal". De esta forma, los médicos de familia y los especialistas podrán "controlarles la tensión arterial, la diabetes, la obesidad, y recomendarles que no sean sedentarios, no fumen y beban con moderación".

El congreso nacional de Nefrología, que concluirá mañana, incidirá precisamente en la "necesaria coordinación entre los facultativos de Atención Primaria y los nefrólogos". "Los especialistas no podemos abarcan a todos los pacientes. Por eso, ya se han diseñado unos protocolos de atención primaria para saber cómo tiene que controlar a esos enfermos, qué tipo de prevención aconsejarles y cuándo hay que derivarlos al nefrólogo", apunta Vidaur.

¿Y los programas de detección precoz de la enfermedad? El presidente del congreso de nefrología subraya que "se están empezando a poner en marcha en algunos hospitales y ambulatorios, pero todavía falta mucho camino por recorrer. La directiva de la Sociedad Española de Nefrología ya ha contactado con el Ministerio de Sanidad para entregarles el censo de pacientes con insuficiencia renal, que lo vayan a manejar par. El objetivo es probar un plan nacional de salud renal".

Vidaur juzga "muy importante" conocer el porcentaje de función renal, porque una identificación precoz de esta enfermedad "permite disminuir la mortalidad a largo plazo, disminuir los costes sanitarios y adoptar los tratamientos más adecuados".

Los nefrólogos advierten asimismo de que es "irrefutable" la conexión entre la patología renal y los riesgos cardiovasculares: "Una enfermedad lleva a la otra. De entre los pacientes sometidos a diálisis, más del 50% fallecen por problemas cardiovasculares".