"Madrid suena a tráfico, pero se puede explorar"
Acepta vendarse los ojos para la entrevista. Así, por un rato, Francisco López (Madrid, 1964) concede el mismo voto de confianza que él mismo pide al público en sus conciertos. El 19 de septiembre eran 400 las personas que se vendaban los ojos y se ponían en sus manos en el Museo Reina Sofía, dispuestas a hacer un viaje sonoro, abiertas a que les pasara algo. Su nombre, "tan español que es casi como ser anónimo", ha formado parte de las programaciones de festivales y museos de prestigio (PS1 Contemporary Art Center de Nueva York, el Museum of Modern Art de París, el Institute of Contemporary Arts de Londres, el Festival des Arts de Bruselas...). Volverá a actuar en marzo en Madrid, su ciudad natal, y donde es menos conocido. Ahora se sienta en un banco de la calle, junto al CaixaForum, y pone la venda.
En la ciudad, por la circulación, el sonido más interesante está en los interiores
Pregunta. ¿A qué suena Madrid?
Respuesta. Depende de lo que quieras escuchar. Madrid tiene las señales acústicas típicas de cualquier gran ciudad, suena a tráfico. Es un problema contemporáneo. Pero en Madrid se puede explorar. En las ciudades contemporáneas el sonido más interesante está en los interiores, precisamente por la homogeneización del sonido del tráfico.
P. ¿Y por qué esta indagación en el mundo de los sonidos, o en los sonidos del mundo?
R. Es más lo primero. Todo radica en el poder que yo encuentro en el sonido para trascender nuestra percepción y nuestras emociones. El sonido es un médium para acceder a territorios individuales, mentales. Y, por otro lado, la realidad contiene una sustancia sonora imposible de reproducir sintéticamente, incontrolable, elusiva.
P. ¿Y qué ocurre cuando uno tiene los ojos vendados?
R. Que es más fácil centrarse en el sonido y que el público entra en un juego, en un ritual, colectivo e individual al mismo tiempo, y tiene la oportunidad de explorar en uno mismo. Hay gente que puede tener reacciones imprevisibles. Se disparan la imaginación y las emociones.
P. Ha grabado en la selva y en la ciudad, en exteriores e interiores, al este y al oeste del planeta, ¿es un cazador de sonidos?
R. En cierto modo sí. Lo importante es la selección.
P. ¿Qué busca en el público?
R. Construyo una realidad virtual sonora (que no existe así en el mundo), que es un punto de partida individual desde el que crear, o recrear(se), como un poder transformador.
P. Es conocido fuera y casi desconocido en Madrid, ¿qué le pasa a esta ciudad?
R. Madrid es una ciudad donde el aspecto social vital es demasiado predominante (las cañas y tal), y se convierte en una trampa porque deja poco sitio a otras actividades e intereses. Ahora está habiendo un cambio generacional, es una oportunidad.
P. ¿Por eso se fue de Madrid? ¿no podía hacer lo que quería?
R. Sí... O sea, sí.
Francisco López está como profesor en los talleres públicos de Medialab (Alameda, 15) hasta el 2 de octubre.
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