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"Los agentes se dedicaron a romperlo todo"

El Defensor investiga una agresión en un poblado de inmigrantes en Almería

La queja de la ONG Almería Acoge por una intervención policial "abusiva" en un poblado de inmigrantes de El Ejido ha vuelto a poner sobre el tapete las duras condiciones de vida de muchos sin papeles en la provincia. Llegar hasta el asentamiento de chabolas donde, según el testimonio de los inmigrantes que allí residen, un grupo de agentes de la Guardia Civil utilizó la violencia "física y verbal" la pasada semana, no es fácil.

Ningún inmigrante ha presentado denuncia formal de los hechos

El paraje de Tierras de Almería recorre El Ejido desde Balanegra hasta Las Norias y su disposición con centenares de invernaderos lo convierte en un laberinto. Tras la denuncia de Almería Acoge, que responsabilizó de este episodio a "miembros incontrolados" de la Guardia Civil, la vida en aquel poblado, formado por una treintena de marroquíes, continúa con más dificultad de lo normal: sin luz ni agua.

La intervención de los agentes en las dos visitas realizadas la madrugada del martes 23 y la mañana del domingo 28 consistió, fundamentalmente, en cortarles el suministro ilegal de luz que tomaban desde un poste de electricidad e inhabilitarles cualquier electrodoméstico. Televisores, radios, microondas, vídeos, lavadoras y bombillas quedaron hechos añicos. "La primera visita, la de la noche del lunes, duró sólo una media hora. Pero la del domingo se prolongó durante dos horas. Fue cuando se dedicaron a romperlo todo después de que el lunes nos advirtieran que nos teníamos que ir", relata Hicram, de 24 años, que vive en el poblado desde su llegada a España en 2006. Él y su compañero Karim resultaron con heridas leves en brazos y piernas infligidas, supuestamente, por los agentes que les visitaron: "Cuatro la noche del lunes y seis el domingo por la mañana", apunta Karim. Uno de los extranjeros tomó la matrícula de uno de los vehículos policiales identificado con la placa PGC 2534 N. Desde la Comandancia de la Guardia Civil en Almería, que no ha confirmado si el número coincide con algún coche de su parque de vehículos, se insistió ayer en la necesidad de que los extranjeros denuncien los hechos de manera formal.

El Renault Mégane de Amar Sannane, otro marroquí con tarjeta de residencia y trabajo, también resultó dañado en la madrugada del martes 23. "Me rompieron dos parabrisas y los dos espejos retrovisores laterales. Lo tengo todo en orden, los papeles y el seguro, y no sé por qué lo hicieron", dijo ayer. Sannane tampoco ha presentado denuncia formal. Estos incidentes han derivado en el inicio de una investigación del Defensor del Pueblo Andaluz.

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