La CHJ inicia una cartografía detallada de las zonas inundables
Las zonas inundables en torno a los ríos, barrancos y ramblas de la demarcación hidrográfica del Júcar se analizarán con lupa. Experiencia, informes y planes para prevenir las avenidas de los ríos mediterráneos no faltan, pero la Unión Europea exige ir un paso más allá en una directiva sobre la evaluación y la gestión de los riesgos de inundación aprobada a finales de 2007. Para aplicarla, el Ministerio de Medio Ambiente ha puesto en marcha el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables, que recopilará los trabajos sobre la materia y creará una nueva herramienta de gestión para las administraciones competentes. La nueva cartografía reunirá así las que ya han desarrollado los diferentes organismos de cuenca, las comunidades autónomas, Protección Civil y otras entidades.
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha iniciado los trabajos para redactar la cartografía de los 2.500 kilómetros de ríos, ramblas y barrancos que fluyen en las 187.500 hectáreas de la demarcación, que incluye buena parte de la Comunidad Valenciana, de Castilla-La Mancha, y en menor medida Aragón y Cataluña. Para la elaboración de los mapas de riesgo se ha adjudicado una asistencia técnica con un coste de cinco millones de euros bajo la supervisión de la CHJ.
La cartografía, además de cumplir las exigencias de la directiva europea, tendrá en cuenta los planes de restauración de ríos y afinará en la delimitación del dominio público hidráulico y de las llamadas "zonas de flujo preferente", aquellas en las que las avenidas generan erosión y sedimentación debido a su gran energía. Los mapas reflejarán las zonas de inundación excepcional (con un periodo de retorno de 500 años), muy frecuente y frecuente (cada 100 años) y se desarrollarán modelos hidráulicos para estimar la velocidad y calado de las avenidas. También acompañará a los trabajos de la cartografía un análisis preliminar de las inundaciones sufridas en el pasado y sus consecuencias.
El plan de prevención de inundaciones de la Generalitat, el Patricova, servirá como información de partida para los riesgos en territorio valenciano. El estudio también recurrirá a la información del proyecto europeo de cartografía Corine para analizar las redes de drenaje de los ríos, ya que los cambios de uso del territorio debido a la urbanización y nuevas infraestructuras implican un mayor riesgo de inundación.
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