Ibarretxe logra que Urkullu le presente por cuarta vez para ser 'lehendakari'
"La primera exigencia es la unidad", proclama el presidente del PNV
"¿Cómo me veis?", clamó ayer desde el micrófono el lehendakari, Juan José Ibarretxe, a los miles de militantes del PNV reunidos en Vitoria en el día del partido (Alderdi Eguna). "Estoy bien, lleno de ilusión y de energía, igual por dentro que por fuera, bien, de verdad", les aseguró.
Fueron sus primeras palabras y con ellas arrancó el primer aplauso. El último lo obtuvo una hora después el presidente del partido, Iñigo Urkullu, en su primer Alderdi Eguna como tal, al anunciar, por sorpresa y tras haber excluido esas palabras del discurso escrito facilitado a la prensa, que Ibarretxe será de nuevo, y por cuarta vez, su candidato a lehendakari. Un récord, porque José Antonio Ardanza lo fue en tres ocasiones y Carlos Garaikoetxea en sólo dos.
"Estoy bien, lleno de ilusión y de energía", asegura el presidente vasco
Es algo que nadie ponía en duda, pese al desgaste que ha sufrido. Peor habría sido la conmoción interna que hubiera supuesto un cambio a cinco meses de las elecciones. La opción quedó hecha el año pasado, con la renuncia del anterior presidente del partido, Josu Jon Imaz, opuesto a la consulta. "La primera exigencia que tenemos es la unidad", dijo Urkullu. "Seguiremos liderando", afirmó el lehendakari. "Eso sí, si vamos juntos", precisó.
El anuncio de Urkullu, embarcado en un pulso con Ibarretxe por recuperar la primacía de la ejecutiva sobre la representación institucional, fue un alivio para los suyos. Hace quince días le vieron dejar en el aire la cuestión, pendiente del ánimo de Ibarretxe para afrontar proyectos de futuro "sin estar condicionados por el pasado".
Él mismo dijo que la cuestión no estaría dilucidada para ofrecerla a la militancia en la fiesta de ayer. Finalmente, optó por no dejar que incertidumbre y desconcierto cuajaran más en una organización ya inquieta por los repetidos reveses electorales y con una nueva medición en puertas. También preocupada por la percepción de que partido y lehendakari no armonizan discurso ni acción, cuando el primero negocia con el mismo Zapatero al que Ibarretxe acusa de cercar Euskadi con "alambradas" y "pisotear" los derechos de los vascos con maneras de la "España imperial de la dictadura".
Pese a todas las dudas que albergan amplios sectores y pese a las pérdidas en las autonómicas de 2005 y las municipales de 2007, rematadas en la derrota a manos del PSE-EE en las generales de este año, el PNV ha hecho la única opción posible.
Ibarretxe se vio así alabado por Urkullu como "un valor político en sí mismo" y llamó a los peneuvistas a "despertar, porque estamos dormidos". El lehendakari pidió a su partido "más confianza en nosotros mismos". "¿No os dais cuenta del engaño? No fracasa quien quiere preguntar sino quien prohíbe", recalcó.
Urkullu redujo lo ocurrido con la consulta a "uno más" de los obstáculos en la larga historia del PNV. "No dejaremos de intentarlo", pero será "sin prisa, examinando bien el camino y dejando de lado falsos atajos". "Ajustándose cada uno a sus funciones", porque en el PNV deciden "el Euskadi Buru Batzar y la Asamblea Nacional", añadió.
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