El PSOE impone a un director general de RTVA sin perfil político
Pablo Carrasco ya ha ocupado cargos directivos en televisiones públicas
Licenciado en Psicología, rondeño, de 44 años de edad, ejecutivo de la productora ZZJ, creadora de los programas con más audiencia de Canal Sur como La tarde con María o Menuda noche. Ex jefe de programas en Radio Televisión de Andalucía (RTVA), empresa en la trabajó desde 1989 hasta 2005, y director de contenidos de RTVE durante la época de Carmen Cafarell (2005-2007). Independiente y sin perfil político. Se llama Pablo Carrasco y será el próximo director general de RTVA elegido por el Parlamento de Andalucía, en principio con los votos seguros del PSOE. Este nombre no está sujeto a negociación y es la propuesta primera y final que el grupo socialista, que cuenta con mayoría absoluta en la Cámara, va presentar para sustituir al actual director. Le guste o no al PP y a IU. Con consenso o sin él.
El vicesecretario general del PSOE, Luis Pizarro, comunicó ayer la oposición su candidato a dirigir la televisión pública andaluza. No es un nombre para quemar, sino una apuesta segura. A Carrasco no se le presupone contaminado por el PSOE y su nombre salió de la mesa del presidente de la Junta, Manuel Chaves, aseguran los socialistas. "Para empezar, no es portavoz del Gobierno", afirmaron fuentes socialistas en alusión a que el actual director, Rafael Camacho, pasó de ser el portavoz de Chaves a dirigir la televisión autonómica. Hasta el último momento, hubo dirigentes del PSOE que apostaron por el actual director de Antena, Joaquín Durán -con quien Carrasco ha trabajado codo con codo-, para el cargo, pero Chaves quería un nombre nuevo y sin aristas políticas.
El PSOE registrará el próximo lunes su propuesta y pretende que sea elegido en un primer intento en el pleno del próximo 8 de octubre. La ley de RTVA establece tres niveles de acuerdo con el fin de impedir que algún grupo ejerza derecho a veto. En la primera votación, el nivel de apoyo requerido es de dos tercios del Parlamento (72 votos de 109); en la segunda se exige tres quintos (66 papeletas); y en la tercera, mayoría absoluta (al menos 55 votos). En los dos primeros casos es necesario el apoyo del grupo popular.
El PP reaccionó ayer sin la desmesura acostumbrada, aunque puso en tela de juicio la independencia de Carrasco, porque ha ocupado "cargos de sensibilidad política" en las televisiones públicas. El PP quiere invitarlo a una reunión para que exponga su proyecto, aunque hay un trámite de idoneidad en la Cámara ya previsto en el Reglamento.
Izquierda Unida no adelantó oficialmente una posición, hasta conocer cuál es el modelo de televisión pública que defiende el directivo que, por otro lado, no puede ser otro que el que establece la ley. Fuentes de IU, sin embargo, se mostraron proclives a dar su voto afirmativo a la propuesta socialista en primera votación. A cambio, quieren que se les tenga en cuenta en la redacción del contrato programa de RTVA.
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