Una fiesta mayor de vértigo
El Barça, brillante en el primer tiempo, sufre para evitar la remontada del Betis
En plena fiesta mayor, el Barça celebró un triunfo muy sufrido, irrefutable hasta el descanso y, en cambio, discutible media hora más tarde, cuando al Betis incluso le estafaron un penalti, circunstancia que le permitió abandonar el estadio de muy mala leche. Así de cambiante y vertiginoso fue el partido, desconcertante para los dos equipos y, especialmente, desde el punto de vista de los azulgrana, que se abandonaron antes de tiempo, justo cuando habían contado dos goles después de un ejercicio futbolístico muy interesante. El encuentro dejó un mensaje inequívoco para el Barça, que se negó malamente después de haberse afirmado. El equipo necesita jugar revolucionado para que su juego tenga sentido o, en caso contrario, resulta vulnerable frente a cualquier rival. Ocurrió con el Numancia, frente al Racing y ante el Betis, encuentros en los que, curiosamente, se dieron tres resultados diferentes.
BARCELONA 3 - BETIS 2
Barcelona: Valdés; Alves, Cáceres, Márquez, Abidal; Xavi, Touré (Sergio Busquets, m. 70), Keita (Gudjohnsen, m. 70); Messi, Eto'o (Bojan, m. 76), Iniesta. No utilizados: Pinto; Puyol, Piqué y Henry.
Betis: Casto; Nelson, Arzu, Juanito, Vega; Capi (Juande, m. 86), Mehmet; Sergio García, Emaná (Damià, m. 46), Mark González (Monzón, m. 39); y José Mari. No utilizados: Ricardo; Melli, Pavone y Rivera.
Goles: 1-0. M. 17. Eto'o recibe de Messi en la frontal y engancha un tiro durísimo. 2-0. M. 23. Centro de Messi y Eto'o remata a placer. 2-1. M. 59. Monzón, de libre indirecto. 2-2. M. 67. Jose Mari supera por alto a Valdés. 3-2. M. 80. Gudjohnsen se lanza en plancha y cruza un centro de Alves.
Árbitro: Daudén Ibáñez. Amonestó a Touré, Vega, Capi, Busquets y Mehmet.
55.727 espectadores en el Camp Nou.
Durante la primera parte, reapareció Eto'o y se sumó a la causa azulgrana con una actuación de mérito. Necesita el Barça de jugadores como el camerunés, un delantero agresivo, egoísta, consciente de que sus goles son imprescindibles para un equipo solidario y también meloso. Los tantos de Eto'o son el mejor punto final para avalar el buen funcionamiento del Barça. Y ayer Eto'o no sólo respondió a su condición de 9, sino que se asoció bien con Messi. Las sociedades son fundamentales cuando un plantel está en formación, así que el Barça se felicitó por el buen entendimiento entre Eto'o y Messi, por necesario y porque se les suponía un poco alejados, como si jugaran partidos distintos. Jugaba bien el Barcelona para disfrute de Guardiola, que había retocado de nuevo la alineación a fin de que el equipo no se atontara con tanto elogio recibido por su goleada en Gijón.
Anoche descansaron Sergio Busquets y Puyol y, a cambio, jugaron Cáceres y Touré. La plantilla es corta y el técnico no quiere perder jugadores nada más empezar la temporada. Y, por otra parte, Guardiola mantuvo a Iniesta en el extremo izquierdo como símbolo del éxito en El Molinón, por encima de jugadores tan opuestos como Henry y Bojan.
Los cambios no afectaron inicialmente a la mecánica de juego de los azulgrana, que insistieron en su fútbol intenso y dinámico, alegre y rápido, presionante y efectivo. Márquez tiraba la línea de pase, Touré y Xavi tocaban a las bandas y los tres delanteros confundían a los zagueros con sus intercambios de posición. La pelota no salía del área pequeña de Casto. Ya se sabe que a los azulgrana sólo les valen los goles imposibles, y para su suerte el 1-0 llegó pronto y fue especialmente hermoso porque Eto'o le pegó a la pelota como si fuera un medio inglés. Atacaba el Barça con garbo y con tino, y Eto'o sumó el segundo tanto después de una asistencia de Messi, que se sacó un centro estupendo tras una aceleración imposible de defender para Vega.
No hubo noticias del Betis hasta el descanso, momento en que desapareció el Barça. Chaparro recompuso al equipo con los cambios a partir de la entrada de Damià, los medios cogieron muy bien el sitio y José Mari y Sergio García desbordaron a los zagueros azulgrana. Monzón transformó un libre indirecto y hasta José Mari se reencontró con el gol trasdos años de sequía. No daba pie con bola el Barça, desenchufado y y favorecido por el árbitro, que no pitó un penalti de Cáceres. Los azulgrana sólo espabilaron tras el empate y cuando Guardiola cambió al equipo con la salida a escena de Busquets, Bojan y Gudjohnsen. El islandés sacó al equipo de un apuro mayúsculo. Desbocado en ataque, el Barça no sabe defenderse cuando pierde el balón, asunto muy manido en el Camp Nou, por más que el plantel de Guardiola tiene todas las virtudes y defectos de un equipo nuevo.
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