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El PP rechaza planes contra la crisis y congelar el sueldo a los altos cargos

Francisco Camps, presidente de la Generalitat, es amigo de los planes, pero ayer evitó asistir a la segunda jornada del debate sobre política general. El grupo parlamentario que le sostiene rechazó por dos veces consecutivas adoptar medidas de control del gasto administrativo, primero, y para combatir la crisis económica, después. El martes, sobre un total de setenta propuestas de futuro, Camps dedicó a la coyuntura económica apenas cuatro. Su grupo parlamentario, en sintonía con el presidente de la Generalitat, rechazó ayer todas las iniciativas dirigidas a diseñar planes contra la crisis o a racionalizar y recortar los gastos de su administración. De acuerdo con el guión, la culpa, toda la culpa de la crisis, es del Gobierno central.

Cristina Moreno, portavoz socialista de Economía, denunció cómo al PP "le encanta la crisis" para cargar las tintas contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pero es incapaz de asumir su parte de responsabilidad, siquiera su capacidad para dar ejemplo. Moreno defendió una propuesta idéntica a la que Javier Arenas, secretario general del PP andaluz, presentó hace unos días ante el parlamento de la Junta de Andalucía. La iniciativa reclamaba congelar los salarios de los altos cargos de la Administración autonómica, racionalizar el gasto público y elevar al Consejo de Política Fiscal y Financiera una propuesta conjunta desde las Cortes Valencianas ante la negociación abierta para revisar el sistema de financiación autonómica.

Fernando Giner, por el PP, asumió el compromiso de alcanzar una propuesta conjunta sobre financiación autonómica supeditada a la solicitud de una reunión previa entre el ministerio y la consejería del ramo, pero rechazó cualquier otro gesto de austeridad.Si el PP fue capaz de rechazar en las Cortes Valencianas una propuesta que defendió con éxito su secretario general en Andalucía, minutos después, en la misma dirección, Enric Morera, portavoz adjunto de Compromís, planteó una iniciativa idéntica a otra que defendió ante el Congreso de los Diputados Convergència i Unió y que fue aprobada por unanimidad hace dos semanas. Morera planteó al Consell la necesidad de instar al Gobierno central para que proponga un plan contra la crisis económica cuando presente los presupuestos del Estado para 2008. El PP estaba dispuesto a apoyarle, lo mismo que hizo Mariano Rajoy en el Congreso. Pero la socialista Cristina Moreno, "muy ágil", según Morera, introdujo una enmienda. En paralelo, la Generalitat Valenciana presentará un plan de medidas contra la crisis cuando presente sus propios presupuestos un mes más tarde. Y se hundió cualquier posibilidad de acuerdo.

César Augusto Asencio, por el PP, se aferró a un punto adjetivo que instaba un recorte de altos cargos y personal asesor de la Generalitat. "Es el chocolate del loro", dijo, "junto a los socialistas nos piden que reduzcamos el chocolate del loro para purgar la responsabilidad de haber llevado al país a la peor crisis económica de su historia".

El conjunto del debate de las propuestas de resolución tras la declaración de política general de parte del presidente de la Generalitat rescató los asuntos que se abordaron en las Cortes a lo largo de la pasada legislatura. Con una excepción. La socialista Consuelo Catalá se hizo eco de una confusa frase que deslizó Francisco Camps en su declaración: "Promoveremos la adopción como alternativa para aquellas mujeres embarazadas que no pueden asumir la crianza de sus hijos".

Catalá defendió las "ayudas sociales" o cualquier otro tipo de ayuda para favorecer que cualquier madre "pueda criar a sus hijos". "Ustedes, sin embargo, proponen entregar en adopción a los niños cuyas madres no pueden atenderlos", añadió.

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María Ángeles Barceló, del PP, deslizó que "ya existe un anteproyecto en marcha" para regular la adopción y sentenció: "Apuesto por la vida y prefiero que los niños sean entregados en adopción a que no nazcan".

Juan Cotino, consejero de Bienestar Social, se extendió sobre el mismo punto en los pasillos de las Cortes. Cotino anunció que el plan anunciado por Camps implica a cuatro departamentos del Consell que mantendrán hoy una primera reunión "con el fin de impulsar el plan de adopción, el plan de más vida".

Según Cotino, en la Comunidad Valenciana hay más de 300 familias que desean adoptar a un niño, "a ser posible de nacionalidad española", mientras que hay "unas 25 mujeres que quieren tramitar la adopción de su hijo". El vicepresidente tercero del Consell aseguró que el objetivo de la iniciativa es facilitar "que todas aquellas madres que quieren que su hijo nazca sepan que si ellas, por cualquier causa, no piensan tenerlo, educarlo y formarlo hay otras familias que sí que lo pueden hacer".

El debate también provocó alguna imagen peculiar, como el intercambio de papeles entre el vicepresidente Vicente Rambla y el socialista José Camarasa, un intercambio que mantiene congelado el nombramiento del Síndic de Greuges.

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