Pinazo vuelve a Italia

Aunque no recibió la beca del pensionado en Roma de la Diputación de Valencia, Ignacio Pinazo decidió por su cuenta a los 24 años viajar igualmente a Italia entre 1873 y 1874. Y sí después ya volvería becado entre 1876 y 1880, es en el primer viaje en el que se sintió más libre de compromisos, lo que, a juicio de los expertos, le permitió evolucionar rápidamente tras el contacto con los grandes maestros del Renacimiento. 130 años después de aquellos viajes, el Instituto Valencià d'Art Modern (IVAM) inaugura una exposición de obras realizadas en Italia o inspiradas en su periplo iniciático, 262 piezas entre óleos y dibujos que se mostrarán, muchas de ellas por primera vez, hasta el próximo 23 de noviembre. En su primer viaje, en el que predominan las composiciones de pequeño formato, su obra se caracteriza por su incursión en los paisajes, relegando momentáneamente el retrato y la pintura costumbrista. Destacan también de esta época sus pinturas del claustro de San Juan de Letrán. A su vuelta, y gracias al lienzo Desembarco de Francisco I en Valencia, logra la deseada beca en Roma, adonde viaja en compañía de su mujer, Teresa Martínez. Allí permanece cuatro fructíferos años, en los que abre la vía del estilo conocido como "luminismo valenciano". De esa época destacan obras enviadas a la Diputación como El guardavías, Juegos Ícaros, Baco niño o Las hijas de la vid. Y de su estancia en Venecia también sobresale el magnífico Don Jaime I enel momento de entregar la espada al infante Don Pedro. Por todo ello, será esta muestra, Ignacio Pinazo en Italia, la primera exposición monográfica que viajará a aquel país. En concreto, el Museo Hendrik Christian Andersen de Roma enseñará las obras entre el 16 de diciembre próximo y el 15 de marzo de 2009.