Tàrrega cierra con 7.000 entradas vendidas
Las cifras nunca deberían serlo todo en el mundo de la cultura, pero ayudan. Y las de la 28º edición de la Fira de Teatre de Tàrrega, que acabó ayer tras cuatro jornadas, están en esa línea: 7.000 localidades de pago (que, unidas a las 4.000 facilitadas a los profesionales suponen el 83% del aforo), 6.429 personas en la zona de acampada y un aumento notable de programadores internacionales (188). A pesar de esos números, los organizadores no han cerrado aún con la Generalitat poder convertirse en centro oficial de producción oficial de los que apoya el Gobierno catalán.
El uso de nuevos espacios, como El Talladell y el parque Sant Eloi, descongestionó las calles, donde dejó una imborrable huella la propuesta de los franceses Carabosse, que llevan 20 años iluminando poblaciones de todo el mundo. Otro momento para la historia fue el homenaje al crítico Gonzalo Pérez de Olaguer, fallecido hace unos meses.
