"No tengo más remedio que ser moderno"
Pregunta. La primera novela policiaca. ¡A sus años!
Respuesta. Es más bien novela con policía. No hay demasiada investigación.
P. Entre policías y ladrones, ¿con quiénes iba de pequeño?
R. Con los ladrones, como es natural. Eran muy simpáticos.
P. ¿En su libro duda del poder judicial o es mi vista?
R. No. Yo creo no haber dejado transparentar mis sentimientos. Escucho, más bien, porque si no instrumentalizaría todo.
P. O sea, que de la justicia no duda, por el momento.
R. No, no. Aunque cuando a uno le toca, es peor. La policía cada vez me resulta más simpática.
P. Dice que sus personajes le hablan. ¿Les tiene contentos?
R. Me hablan, pero no todos. Yo les respeto bastante. Hasta el punto de que me encontré con uno que echaba las cuentas y hubiera terminado Derecho a los 12 años, y lo dejé tal cual.
P. Peor aún su anterior libro, en el que las que hablaban eran las gallinas, y en griego. ¿Las hay con cultura clásica?
R. Con curiosidad, sí. Hace poco en casa andaban buscando una gallina, y estaban arriba, en la biblioteca, sentadita.
P. Usted, que es premio Cervantes, ¿cree que el español está en peligro?
R. Yo creo que no. Lo que hace falta es que lo escribamos con respeto, porque a lo mejor es lo único que tiene mucha gente. La gente habla perfectamente. Esto de que los periódicos y la televisión hacen daño al idioma, será a quien haya hecho bachillerato, porque si no, no.
P. Se habla mejor si no se estudia nada.
R. Sin duda ninguna. Ya lo decía Vives. Y Fray Luis: cuando los inquisidores le dijeron que no pronunciara ciertas palabras, él respondió: yo hablo el lenguaje de mis amas, de las criadas.
P. ¿El género epiceno es machista?
R. No. Machistas son las personas. Eso de las oes y de las aes... Si se quiere honrar la feminidad, ahí lo que se hace es cosificarla. Las personas son lo importante. Es como las opiniones, que se dice que todas son respetables. Pues no: hay algunas que son despreciables, imbéciles o malditas.
P. ¿Quién es el político con más oropel verbal?
R. Creo que tienen poca retórica. Hombre, no van a hablar como Castelar, pero... Los de ahora no tienen florilegio verbal ninguno.
P. José María Aznar es su fiel devoto. ¿El amor es mutuo?
R. Bueno, lo dijo un día, y supongo que la devoción será literaria. Pero él no tiene literatura [ríe].
P. Piensa, con Hobbes, que el hombre es malo por naturaleza. ¿Empezando por usted?
R. Sí, sí. No hay más que mirarse al espejo algunos días. Somos malos. Pero lo que puede pasarnos es lo que decía san Agustín de los niños: que no es que sean buenos, es que son impotentes. Yo daría una bofetada con frecuencia. Pero como no puedo, soy bajito...
P. ¿Si no fuera bajito se iban a enterar?
R. Pues alguno se iba a enterar.
P. Ha ido de cristiano protestón, aunque no precisamente por la izquierda. ¿Ahora tiene motivos?
R. Yo ahora protesto, por ejemplo, por la liturgia, porque se la han liquidado. Tenía unos textos soberbios y una música soberbia. Y eso de que te tiene que gustar una cosa vulgar, y con unas letras incoherentes...
P. Donde esté una buena misa en latín, que decía Léfèbvre...
R. Sin duda ninguna.
P. ¿En todo es tan moderno?
R. Yo no tengo más remedio que ser moderno, aunque no quisiera, porque vivo en este mundo. Hay cosas maravillosas en lo moderno: usted y yo no podríamos estar así hablando hace 20 años.
P. Tras estudiar a santa Teresa y san Juan de la Cruz...
R. Pero no crea que soy místico. Yo soy más bien cartesiano y jansenista.
P. ¿Ha llegado a saber si la santa levitaba porque se colocaba con algo o era de puro mística?
R. Esas cosas pueden ser sensaciones subjetivas. Ella es muy lista, y nunca dice "veo", sino "veo en mis adentros"; así vemos todos.
P. ¿Y qué ve usted en sus propios adentros?
R. Me levanto viendo oscuro casi todo. Pero luego desayuno sopas de ajo y eso me clarifica absolutamente.
P. ¿Qué es más: escéptico o pesimista?
R. Por temperamento no soy pesimista. Escéptico, sí, bastante. Menos mal que en la vida se nos exige creer en pocas cosas.
P. Dijo: "Vivimos una época en la que no existe ni el mal ni el bien". ¿La crisis económica no es una manifestación del mal?
R. Mire, yo he vivido en tiempos muy difíciles. De modo que la crisis preveo que me va a parecer poca.
P. ¿Por qué cree que el Gobierno ha tardado tanto en llamar crisis a la crisis?
R. Porque todos nos creamos fantasmas. Había un censor en tiempos de don Francisco -me refiero al general Franco- que no dejaba escribir la palabra axila.
P. ¿Podría decirse que la crisis de Zapatero es la axila de Franco?
R. Podría decirse [risas].
Perfil
Tiene 78 años, tres hijos y mal despertar que combate con sopas de ajo. Confiesa que padece "el vicio del casino": hablar le gusta más que comer con los dedos, y, más áun, contar historias. Después, "la pintura y escribir". Premio Cervantes en 2002, este año ha publicado Agua de noria, una de polis. Aficionado al cine, ve las películas de hoy más repetitivas. Considera la música no una afición, sino una necesidad.
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