Locura en el Sánchez Pizjuán
El Sevilla derrota al Sporting tras una primera mitad en la que se marcaron seis goles
Si algo no funciona, hay que cambiarlo. Y eso es lo que hicieron Manolo Jiménez y Manolo Preciado. Los dos introdujeron cuatro cambios respecto al once titular de la primera jornada, que acabó con un empate para el Sevilla ante el Racing, y una derrota del Sporting con el Getafe. Lo que probablemente desconocían ambos técnicos era el efecto revolucionario que iban a tener esos cambios. Sobre todo, en los primeros 45 minutos y en dos jugadores: Maresca, omnipresente, y Bilic, que se fue a casa con un hat trick. Un primer tiempo de locos, que terminó con tres goles en el saco de cada equipo, y que podría haber terminado así, si no fuera porque tras el descanso Kanouté apareció para darle los tres puntos al Sevilla.
SEVILLA 4 - SPORTING 3
Sevilla: Palop; Konko, Squillaci, Prieto (Romaric, m. 46), Dragutinovic (F. Navarro, m. 46); Navas, Maresca, Fazio, Capel; Kanouté y Chevantón (Luis Fabiano, m. 58). No utilizados: Varas; Duscher, Acosta y Adriano.
Sporting: Sánchez; Sastre (Andreu, m. 73), Colin, Jorge, Canella; Míchel (I. Hernández, m. 46), Matabuena; Carmelo, D. Castro (Barral, m. 66), Maldonado, y Bilic. No utilizados: Pichu; Cámara, Gerard, Quique Mateo y Pedro.
Goles: 0-1. M. 18. D. Castro. 0-2. M. 20. Bilic. 1-2. M. 22. Chevantón. 2-2. M. 36. Kanouté. 3-2. M. 37. Maresca. 3-3. M .45. Bilic, de penalti. 4-3. M. 60. Kanouté.
Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó a Carmelo, D. Castro, Jorge, Prieto, Dragutinovic y Maresca.
Unos 45.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.
Jiménez, el técnico sevillista, ha reconocido en alguna ocasión que lo que más le llama la atención de su plantilla es la polivalencia. Pero lo que Maresca pretendió ayer supera el significado de la palabra. Salió al terreno de juego como una moto. Acompañado por Fazio, reconvertido en centrocampista en la primera mitad, el italiano decidió multiplicarse. Bajó a apoyar a Prieto y Squillaci en el centro de la zaga. Recorrió cuando le pareció la banda derecha, haciendo las veces de Navas. Se encargó de botar los saques de esquina y las faltas. Sólo le faltó ponerse los guantes y darle el relevo a Palop en la portería. El gol le llegó a Maresca después de un disparo ajustado al palo desde fuera del área. El tercero de su equipo, que ponía por delante al Sevilla, aunque no por mucho tiempo. Todo esto sucedió en los primeros 45 minutos, con los dos equipos instalados en la locura permanente.
Tras el silbato inicial, los gijonenses se adelantaban en el marcador con dos goles de Bilic. El primero, al meter la punta del pie entre las piernas de Prieto y enviar el centro de Diego Castro al fondo de la red. Y el segundo, tras un pase de Carmelo desde la banda izquierda. El enfado de Jiménez era monumental, el necesario para que el impacto asturiano lo contrarrestara el Sevilla un poco más tarde. Primero, con una internada de Jesús Navas por la derecha, que culminó Chevantón. Y después Kanouté, devolvieron la igualdad al encuentro. Pero no tardó Bilic en volver a ver portería. Maldonado se ató el cuero a la bota, quitó el polvo de la línea de fondo, le hizo un caño a Dragutinovic y centró al área para que recibiera Carmelo, al que derribó la zaga gijonense. Mateu Lahoz señaló penalti. Bilic se encargó de transformarlo y firmar su tercera diana. Preciado, desde el banquillo del Sporting, estaba pletórico con la idea de arañar un punto en el Sánchez Pizjuán. Pero llegó el descanso, el desfile a los vestuarios y la vuelta al campo de los equipos. Kanouté le aguó la fiesta con el cuarto gol del Sevilla.
De ambas defensas, del debate de Capel, titular ayer, del virus fifa, o del olfato goleador de Luis Fabiano, que sustituyó a Chevantón, no hubo nada destacable. Lo mismo que sobre la segunda mitad. En la primera, se dijo todo.
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