Pedrosa va de estreno

En el circuito de Misano, hace dos semanas, Dani Pedrosa lanzó un órdago. En una decisión inaudita en la historia del motociclismo, decidió cambiar de suministrador de neumáticos, de Michelin a Bridgestone, a media temporada. Ya en el circuito de Indianápolis, el piloto español se ha convertido en el centro de atención, hasta el extremo de que todo el paddock analiza con lupa sus progresiones en la pista. Al catalán le va la marcha, por más que el escenario no sea el más propicio ni tampoco las condiciones en las que deberá afrontar la carrera de hoy (La2, 21.00 horas). Como el resto de sus rivales, será la primera vez que compita en Indianápolis. Pero, a diferencia de ellos, también estrenará neumáticos y motor en su Honda. En la clasificación de ayer, Rossi fue primero, Stoner segundo y Lorenzo tercero. Pedrosa saldrá octavo.

El nuevo motor incorpora válvulas neumáticas en lugar de las de muelles que equipaba el convencional. La principal diferencia radica en que el nuevo motor tiene un comportamiento mucho más agresivo. Pedrosa siempre se ha caracterizado por ser un motorista dulce y muy fino, y es por eso que el nuevo carácter del propulsor no le acaba de convencer, por más que éste pueda ofrecerle un régimen de revoluciones más alto. O sea, que el nuevo se estira más, ofrece una velocidad punta superior, pero también es más puntiagudo, y eso no gusta al español.

Hiroshi Yamada, máximo responsable de Bridgestone en el Mundial de MotoGP, dice que sus compuestos exigirán otra puesta a punto en la moto de Pedrosa: "Es normal que hayan tenido que cambiar el balance de la moto. Nuestras gomas tienen muy buen grip y eso hace posible endurecer las suspensiones".

"Los Bridgestone necesitan más chicha. Pueden ir más duros", asegura un técnico de suspensiones que ha trabajado con ambas fábricas.