La crisis ataca Valdebebas
Metrovacesa y Colonial renuncian a construir el centro comercial más grande de Europa y motor del nuevo barrio de Madrid - La parcela se volverá a subastar
Entre la M-40, la R-2, La Moraleja y la T-4 del aeropuerto de Barajas, el nuevo barrio de Valdebebas se ha convertido en los últimos años en la última gran joya inmobiliaria de la capital, donde los promotores depositaron todas sus esperanzas en vender a precio de oro las casi 7.000 viviendas libres previstas junto a otras 5.600 protegidas. Todo el mundo quería estar ahí. Pero ahora el panorama ya no es el mismo. Metrovacesa y Colonial, encargadas de construir ahí el centro comercial más grande de Europa, han renunciado al proyecto debido a la situación de crisis que atraviesa el sector.
El precio del suelo ha bajado un 50% en esta área del norte de Madrid
En la zona se prevén casi 7.000 pisos libres y 5.600 protegidos
El que contaba con terreno desde hace años en Valdebebas, lo retenía; y el que no, llegó a hacerse con suelo pagando el metro a 450 euros, e incluso más, como los 50 millones de euros invertidos en marzo de 2007 por Sando para hacerse con 100.000 metros. Pero la situación ha cambiado en los dos últimos años, coincidiendo con la crisis. Así, aunque algunos se empecinan en seguir ofreciendo suelo a aquellas cantidades, hay terrenos con precios rebajados a la mitad.
Mientras se intenta cerrar operaciones, las obras de urbanización de casi 10,6 millones de metros alcanzan casi el 70% ejecutado, con lo que, con un ligero retraso, se va a cumplir el plazo previsto de concluirlas a finales del presente año, 36 meses después de firmada el acta de replanteo en la Navidad de 2005. Los 13 contratos adjudicados por la junta de compensación para el desarrollo de estas obras suman un importe de casi 220 millones.
Coincidiendo con la fase final de la urbanización, los responsables de dicha junta -que aglutina a la mayoría de los propietarios del suelo- confían en que, a mediados del próximo año, el Ayuntamiento de luz verde al proyecto de reparcelación remitido por la junta a principios de julio. Las primeras viviendas podrían estar acabadas, de cumplirse estos plazos, en 2012.
Junto a este dato positivo en la tramitación, a finales de julio acaeció otro con sesgo negativo. Fue la renuncia de Metrovacesa y Colonial-Riofisa a la parcela donde está previsto levantar el centro comercial Atlantys, el mayor de Europa, con 182.243 metros edificables. La falta de liquidez y la imperiosa necesidad de reducir deuda están detrás de esta marcha atrás. El 31 de julio pasado, cada una debía abonar 107 millones de euros para rematar la compra. Aunque se llegó a plantear la posibilidad de que Metrovacesa, tras la renuncia de Colonial, siguiera con el proyecto en solitario, los 650 millones de euros de inversión necesaria resultaban excesivos.
"A partir de ahora se va a iniciar un nuevo proceso de subasta para la venta de la parcela entre empresas que acrediten capacidad económica contrastada", según la junta de compensación. Metrovacesa y Riofisa -antes de ser adquirida por Colonial- se adjudicaron la parcela en febrero de 2006, comprometiéndose al pago de 238 millones de euros. Parecía un negocio redondo dada la envergadura del proyecto, pero ahora lo llevarán a cabo otros. No existe plazo para iniciar el nuevo proceso de enajenación. El consejo de la junta, a celebrar a finales de mes, podría decidir si aborda la nueva venta de forma inmediata o demora la decisión.
La parcela comercial no es el único activo del que se han desprendido estas promotoras en Valdebebas. Colonial ha tenido que vender parte de los 300.000 metros adquiridos a principios de 2007, y Metrovacesa, dentro de su plan Fénix de desinversión de activos, ofrece 61.227 metros edificables de uso terciario para oficinas y hoteles. Otras han seguido el mismo camino. Habitat, que en abril se vio obligada a vender a Ferrovial -cuya división inmobiliaria había comprado 14 meses antes por 2.200 millones de euros- 407.000 metros por 104 millones de euros, con el metro a poco más de 250 euros.
La espera interminable que están sufriendo los cooperativistas de otros ámbitos en desarrollo, caso de Los Berrocales o Los Ahijones, contrasta con la celeridad con la que pueden tener sus casas de protección los que lo han hecho en las escasas sociedades de este ámbito. Cinco o seis años desde que se apuntaron en la cooperativa, menos de la mitad que los del sureste capitalino.
Gedeprin es la última gestora que, desde la semana pasada, ha iniciado una campaña de captación de socios para la compra de suelo. ¿Las condiciones? Mil quinientos euros de inscripción, 38.000 euros en dos pagos (el 30 de septiembre y el 1 de diciembre próximos), 36 mensualidades de 391 euros hasta el final de la obra, y los restantes 123.426 euros hipotecados a la entrega de llaves. Esto, en el caso de un piso de tres dormitorios y 92 metros construidos y un precio final de unos 176.000 euros, que se rebajaría en casi 20.000 si se opta por uno de dos, con 79,5 metros, con plaza de garaje y trastero incluidos.
La Comunidad y el Ayuntamiento también tienen suelo en este ámbito. El Consistorio, a través de las cesiones del 10% del total de los aprovechamientos lucrativos, cuenta con 27.750 metros edificables de uso residencial, 221.232 de terciario y 36.000 para equipamientos. La Comunidad dispone de tres parcelas para la construcción de 732 viviendas de protección pública, con proyectos adjudicados hace más de un año por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima).
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