Touriño y Quintana tratarán hoy de frenar las diferencias en el bipartito

Presidencia y Vicepresidencia de la Xunta trataron ayer de situar dentro de "la más absoluta normalidad" la reunión que, previsiblemente esta tarde, celebrarán el socialista Emilio Pérez Touriño y el nacionalista Anxo Quintana para, según anunció el responsable de la Xunta, reconducir las relaciones entre los socios del Gobierno.

Sin embargo, ambos líderes, con la intención de dar el encuentro un "carácter de normalidad", acordaron no facilitar ni la hora ni el lugar de celebración, como si se tratara de una cita clandestina. Fuentes de Presidencia reconocieron no estar autorizados a facilitar esa información, mientras que una portavoz de Vicepresidencia aseguró no saber ni querer saber los detalles de la entrevista.

Fuentes de Presidencia subrayaron que se trata de una reunión "habitual" destinada a poner en común la agenda de temas pendientes de la legislatura y, de paso, cortar cualquier tentación de actuar como si Galicia estuviese en precampaña. Antes de la entrevista a solas, ambos se verán las caras, a primera hora de la mañana, en la reunión semanal del Consello de la Xunta.

Fue el propio Touriño el que anunció la semana pasada su deseo de reunirse con Quintana para "hablar a fondo", reconducir "el comportamiento" del BNG y recuperar "la lealtad" de los conselleiros nacionalistas, que en el último Consello se negaron a apoyar el Plan de Acuicultura. Ninguna fuente oficial quiso ayer adelantar el lugar de la reunión. Fuentes de Presidencia se limitaron a explicar que ambos dirigentes se ha reunido en numerosas ocasiones tanto en las dependencias de la Xunta en San Caetano como en la residencia del presidente en Monte Pío.

Desde Vicepresidencia tampoco quisieron precisar nada, salvo que no existe una "agenda cerrada" de temas a tratar. Obviando el reproche de Touriño a la falta de lealtad de la parte nacionalista del Gobierno, las mismas fuentes señalaron que Quintana se limitará a abordar el repaso de los asuntos pendientes para lo que queda de legislatura.

El presidente de la Xunta llamó ayer de nuevo a que "todos los partidos abandonen, si es posible, los tambores electorales". Una tesis que "comparte absolutamente el señor Quintana", según señaló durante una visita al Centro de Control de Tráfico del Noroeste en A Coruña.

Orientación del trabajo

Touriño calificó de normal que el presidente y el vicepresidente de un Gobierno despachen habitualmente. "Hemos hablado esta mañana y hace un momento y mañana estaremos juntos, y también nos veremos en el Consello". "A principios del curso político es normal plantearnos la orientación del trabajo de los próximos meses". "Si lo quieren convertir en un hecho trascendente y excepcional, no soy responsable", dijo.

Touriño aprovechó la visita al centro de Tráfico, acompañado por la conselleira María José Caride y el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, para resaltar que Galicia ha sido la comunidad en la que más han disminuido las víctimas de accidentes "gracias al tesón y al esfuerzo de colaboración entre las administraciones".

La confirmación de la reunión entre Touriño y Quintana dio pie al secretario general del PP, Alfonso Rueda, para calificar como el "retrato de una situación grotesca" que una entrevista del presidente y el vicepresidente de la Xunta "sea noticia". La cita demuestra que las relaciones entre Touriño y Quintana son "pésimas" y que ambos mandatarios "no se soportan". A modo de prueba, Rueda aseguró que Touriño "no confía" en Quintana porque "ni siquiera le informó antes que a los periodistas" sobre su decisión de agotar la legislatura. Respecto a Quintana, el dirigente popular opinó que "no soporta" a Touriño y "no hace mucho le llamó maleducado en los medios de comunicación", informa Europa Press.

"En Galicia se crea una situación casi morbosa cada que vez que estas dos personas se ven cara a cara", aseguró. Para Rueda, la verdadera "noticia" debería estar en las medidas adoptadas por la Xunta para salir de la crisis económica en lugar de en saber si Touriño y Quintana "salen de su próxima reunión sin haberse tirado los muebles a la cabeza de forma literal o si se conformarán con hacerlo en sentido figurado".