Un gran atasco recibe a los valencianos que vuelven al trabajo por el acceso norte

El primer día laborable después del descanso vacacional tuvo escasas incidencias de retenciones de tráfico, pero una de ellas fue especialmente significativa, la que se localizó en el acceso a Valencia por CV-21, en el cruce con la avenida de los Naranjos.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, instó ayer al Gobierno a acabar "rapidito" y "sin lanzar las campanas al vuelo" el túnel que se está construyendo en la avenida Cataluña que, dijo, lleva "más de cuatro años para hacer una rotonda". Barberá insistió en que este es un proyecto "vergonzoso" en cuanto a su tiempo de construcción e instó a la Administración central a "acabar y cuando estén calladitos ponerlo en servicio".

Ricardo Peralta, delegado del Gobierno, recordó que las obras del túnel que debe conectar la avenida de Cataluña con el antiguo acceso de la A-7 a Valencia "arrancaron en diciembre de 2004", cuando José Luis Rodríguez Zapatero ya era presidente del Gobierno, "con un retraso de siete años". Peralta aseguró que la modificación de la normativa de la Unión Europea sobre túneles ha obligado a modificar todo el proyecto, pero aseguró que se cumple el calendario previsto y que, antes de final de mes, estará abierto el túnel en uno de los dos sentidos. El delegado del Gobierno atribuyó los atascos a "las rondas que se han abierto y confluyen" en el cruce de las avenidas de Cataluña y de los Naranjos.

En Alicante, el tráfico en la ciudad madrugó más denso que en los últimos días y a partir de media mañana se dejó sentir en una circulación con más retenciones "de lo habitual".

El Ayuntamiento de Alicante detalló que los puntos en los que el tráfico se complicó más fueron en la avenida del Conde de Vallellano, junto al puerto; la Gran Vía en el cruce con la avenida de Orihuela y la avenida de Dénia, afectada por las obras de ampliación del vial desde hace varios meses.