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El 'puerto chino' se amplía, pero falta el tren

Lo primero que quiso visitar el alcalde de Shanghai, Han Zheng, tras el acto oficial en el Ayuntamiento de Barcelona no fue Ciutat Vella ni el distrito del 22@. No. Lo primero fue el puerto de Barcelona y, más concretamente, las instalaciones del Grupo Cosco (China Ocean Shipping Company), una de las principales empresas de transporte marítimo de contenedores. De hecho, tal como recordó ayer el presidente del puerto de Barcelona, Jordi Valls, el 32% del tráfico de contenedores del puerto procede de China y esta proporción puede aumentar de forma notable en los próximos años. "No sólo con la importación sino, parece ser, tal vez con las exportaciones porque los mercados allí se están abriendo al consumo", afirmó Valls.

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El objetivo de las autoridades portuarias es incrementar esta relación. "Ahora el 75% del tráfico marítimo entre Europa y China pasa por los puertos del norte (Rotterdam y Hamburgo) y el resto por los puertos mediterráneos. Pensamos que si se consiguen buenas infraestructuras viarias para transportar las mercancías, podemos conseguir que una parte de este comercio se quede en Barcelona".

No es casualidad que el Puerto de Barcelona haya escogido a un operador portuario chino, Hutchison Port Holding (con sede en Shanghai) para que gestione la ampliación del puerto. El puerto busca, desde hace tiempo, ser la "puerta sur de Europa", desplazando a Marsella y Génova. Para ello, necesita, por una parte, de la complicidad de China. Con ello, puede aspirar a hacerse con buena parte del tráfico que entra en el Mediterráneo por Suez y que así evita dos días de navegación hasta los puertos del Atlántico. Pero con el apoyo de China no basta: algo tiene que poner de su parte. Y ese algo es la posibilidad de llevar en tren las mercancías en un tiempo razonable. Eso exige un sistema de vías férreas de ancho europeo conectadas con el resto de Europa. Si se tiene que seguir aplicando la rotura de carga en Portbou y perdiendo casi un día, China y también los mercados emergentes del sureste asiático buscarán otro puerto.

Teóricamente, las mercancías podrán viajar a Europa en ancho europeo a partir de 2012. El problema es, ahora, que los números dicen que, para ese año, quizás se necesitarán ya otras vías porque las del AVE estarán llenas.

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