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Análisis:Cosa de dos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Futuro

Dimos por muerto el teatro. Dimos por muerta la radio, y dimos por muerto al cine. La televisión iba a acabar con todo y estaba destinada a reinar, por los siglos de los siglos, instalada en el corazón de cada hogar. Eso pensábamos.

Tal vez nos equivocamos. Ahora mismo, los buitres con mejor vista empiezan a sobrevolar las empresas televisivas.

Las cadenas de televisión, es decir, las empresas que empaquetan una serie de productos audiovisuales y nos los sirven a domicilio envueltos en publicidad, han sido durante décadas un negocio formidable. En España, los propietarios de las televisiones privadas se han dado un baño de oro. Y la máquina de fabricar dinero sigue funcionando, más o menos, a pesar de la caída publicitaria.

El futuro, sin embargo, pinta oscuro. Un artículo del gurú digital y empresario australiano Duncan Riley en www.inquisitr.com, parcialmente basado en varios artículos publicados en The New York Times, subraya diversos síntomas de enfermedad en la televisión, el invento que iba a acabar con todos los inventos. Ejemplos: la audiencia televisiva estadounidense se contrae de año en año; en Europa, la población de 15 a 24 años pasa cada vez más tiempo ante el ordenador y menos ante la televisión.

Las televisiones lo saben. Los anunciantes, también. No se crean que la programación se basa en reality-shows, comedias de situación y concursos porque a usted, el espectador, le gustan. No. Todo eso se emite porque es barato. Si además entretiene, estupendo. Pero lo básico es la economía de producción.

La pantalla doméstica parece dirigirse a una doble utilidad: la recepción de programas de pago, mayormente deportes en directo, conciertos, cine y series de calidad (esa es la apuesta de HBO), y la función de simple terminal de Internet. En cuanto a la compañía de televisión, la empaquetadora de toda la vida, parece encaminada al mismo declive que las discográficas.

Ahora imagine que con su mando a distancia puede elegir un menú que incluye todas las películas del mundo, todo lo que ha emitido la televisión, toda la música, todas las rarezas exhibicionistas de millones de personas, toda la luz y toda la oscuridad que pululan por el universo digital. También puede elegir Pasapalabra. ¿Qué botón aprieta?

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