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Crónica:VUELTA 2008 | 1º etapa
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un equipo solidario

El Liquigas bate a Euskaltel y le concede el jersey oro a Pozzatto, que este año acaba su contrato

Hay muchas formas de empezar una Vuelta (o un Tour o un Giro) y, probablemente, ninguna buena. Los prólogos son pasarelas individuales o colectivas a los que siempre les falta lo mismo: kilómetros. Por eso son prólogos, si no serían el libro y ése, que se sepa, empieza mañana con la segunda etapa, la primera en línea, entre Granada y Jaén. Las contrarreloj por equipos anuncian un espectáculo colectivo, ahorran tiempo de pasarela, dan un líder virtual y si hay kilómetros hunden o encumbran, y si no los hay, pues cubren el trámite de colorido, esconden todas las pistas -como todos buscan- y ponen en fila al pelotón para empezar a trabajar con orden. La lista desde ayer la enfila el italiano Filippo Pozzato (8m 21s), el primero del Liquigas en cruzar la meta, superando al sorprendente Euskaltel, con Igor Antón a la cabeza, y al Caisse D'Epargne de Valverde. Anécdotas de una jornada en la que lo principal era no caerse, no darse un caderazo fatal o una magulladura en la muñeca de ésas que no se olvidan en muchos días. Que se lo pregunten si no a José Antonio Carrasco, del Andalucía CajaSur, el primero en darse un trompazo prácticamente tras la primera curva. Era el primer equipo en salir y el primer corredor en caer. Los guerreros andaluces salieron con todo, a por todo y acabaron con cinco corredores agrupados en meta, otros dos por los suelos y otros dos descolgados.

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Riesgo
LA VUELTA 08

Mientras unos se recuperaban y otros corrían, los mecanicos del Astaná de Alberto Contador discutían sobre la idoneidad de unos tubulares u otros, de correr o no correr riesgos en una etapa (llámenle prólogo, si son más clásicos) con poca recompensa para el botín final. Triunfó el conservadurismo y el ganador del Giro tiró con su nueva bicicleta pero con fuertes agarres a un asfalto traicionero, agravado por el fuerte calor. Su tiempo fue discreto (8m 35s), el esperado tras un fuerte paseo, en el que Euskaltel hizo una magnífica primera mitad y el Liquigas una bellísima segunda. Como la última es la que cuenta, ganaron los italianos a los vascos en la única pugna real del día.

Era un trazado plano, procesional en la Semana Santa granadina, y con un tono cultural notable en el recorrido. Los ciclistas pasaron quizás sin darse cuenta por la calle Manuel de Góngora (poeta, periodista y archivero), el paseo del violón y la calle Andrés Segovia, guitarrista clásico nacido en Linares pero que debutó en Granada a los 14 años. No en vano estaban en la provincia de García Lorca, aunque, para que no se confundieran, la etapa salía del Humilladero y acababa en el Paseo de la Bomba. Por si el ambiente cultureta dormía los sentidos en la sofocante tarde granadina.

Como una bomba llegó el Liquigas, encabezado por Pozzatto, un debutante en la Vuelta, que tiene algo que no mucha gente anota en su palmarés: la Vuelta a Cuba de 2002. Ayer debutó con jersey oro, agradeciendo la solidaridad de sus compañeros a pesar (o quizás por ello) de que el próximo año no correrá en el Liquigas italiano. Pero así lo acordaron en el equipo: "Vennati [el especialista en sprint] me lanzó al final para que yo cruzara el primero la línea de meta". Sin duda Pippo Pozzato cae bien en el equipo. Él y sus amigos, junto al Euskaltel (poco habitual en estas lides) fueron los que quisieron aprovechar, con los riesgos consabidos, los 7,7 kilómetros para darse la primera alegría.

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