La Policía intercepta en ocho meses 22.000 kilos de hachís en Alicante

El chocolate llega a bordo de lujosos yates de recreo. De los 22.000 kilos de hachís que, aproximadamente, los agentes de los diversos grupos policiales especialistas han interceptado en lo que va de año en la provincia de Alicante, unos 17.000 han sido en operaciones realizadas en puertos deportivos o en barcos, según los datos policiales consultados.

Sólo la Unidad contra la Droga y Crimen Organizado (Udyco) de la comisaría provincial de Alicante se ha incautado durante los siete primeros meses del año de un total de 8.182 kilos de hachís en diversas operaciones policiales, según datos facilitados ayer por la policía. En el resto de operaciones han intervenido otros grupos especializados de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria.

El último de estos golpes al narcotráfico se realizó el pasado fin de semana en Torrevieja. Allí interceptaron un yate de recreo con 2.500 kilos de hachís y tres paquetes de polen. La droga, que llegó en una embarcación marroquí procedente, con toda probabilidad de la Mar Chica, una laguna cercana a Nador y Melilla, fue trasvasada en alta mar al yate deportivo Perlica con el objetivo de desembarcar la mercancía de madrugada en el puerto deportivo La Marina de Torrevieja. Pero allí estaban los agentes esperando a los traficantes. En esta operación se detuvo a los tres tripulantes del yate y a otros cinco miembros de una banda organizada que en julio pasado recibió un primer golpe con la detención de otras cuatro personas y la incautación de 7.556 kilos de hachís en Madrid. En el registro del yate de Torrevieja se intervinieron también dos pistolas de nueve milímetros, 14 terminales de móvil, material informático y 3.720 euros en efectivo.

Pero este no ha sido el único alijo aprehendido este año en la costa de Alicante. A principios de julio los agentes detuvieron a los seis tripulantes de un velero de alquiler que navegaban frente al Cabo de la Nao, en Xàbia, con 4.400 kilos de hachís. En enero fue interceptado otro velero con 1.400 kilos de la misma droga que por la noche iba a ser trasladada a una furgoneta. Se detuvo a dos personas. Y en junio pasado fue arrestado un joven de 22 años con 850 kilos de hachís que ocultaba a bordo de dos naves de recreo en Xàbia y Dénia.

El mayor golpe de este año se dio en el mes de abril, cuando el Servicio de Vigilancia Aduanera abordó el yate Burbujas frente a la Manga del Mar Menor, en Murcia. A bordo descubrieron 7.710 kilos de hachís que fueron desembarcados en el puerto de Alicante, y se convirtió en el mayor alijo incautado este año. Un último golpe policial contra el tráfico de hachís se produjo en carretera y por casualidad. En un control rutinario, a principios del pasado mes de julio, los agentes de la Policía Nacional localizaron una furgoneta de alquiler con 850 kilos de hachís y detuvieron al conductor, que les condujo hasta una nave industrial en Sant Vicent del Raspeig que almacenaba otros 4.160 kilos de droga. Tres personas, dos británicos y un rumano, fueron detenidos en esta operación.

Fuentes policiales admitieron ayer que la mayor coordinación y la dotación de más efectivos, como la unidad móvil SIVE, para interceptar pateras y barcos nodriza, empieza a dar sus frutos.