Legalizar el dopaje
Muy interesante el artículo de Héctor Abad Faciolince Legalizar el dopaje. Lo comparto plenamente; llevo pensando así muchos años.
Esta sociedad en que reina la hipocresía no sólo no prohíbe, sino que promueve el boxeo (¿cuántos boxeadores sonados habrá?), el desafío a los límites en la montaña (¿a cuántos alpinistas les han tenido que amputar dedos por congelación?) o en la velocidad de sus máquinas (trágicamente alentadas por las competiciones de motor). Sin embargo, se preocupa por la salud de los deportistas... La mayoría de la élite se dopa. Pero existe una vigilancia discrecional, una presión distinta, según quiénes sean los deportistas (según quiénes rijan los órganos del poder deportivo).
Hace falta una gran ingenuidad para pensar que se controla con idéntico empeño a todos, sin atender, por ejemplo, variables nacionales. De este modo, paradójicamente, los controles antidopaje se han transformado en una herramienta esencial para garantizar la desigualdad de oportunidades.
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