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Reportaje:

Edad Media de quita y pon

Una empresa explota la moda de las fiestas medievales en pueblos de Galicia

El cetrero exhibe a su halcón mientras un herrero golpea metal en su forja. Al lado, venden pan de horno de leña y pasa un escupefuegos. Suenan laúdes (más o menos) y los caballos campan a sus anchas en el centro histórico de una localidad de tamaño medio. Imágenes así, de época pero en carne y hueso, resultan cada vez más habituales en festejos, ferias y romerías de todo el país. La recreación del Medioevo se ha abierto paso en los últimos diez años y se integra en los programas festivos teñida de legitimidad histórica. A pesar del éxito que cosechan por Galicia adelante, sólo una empresa, con sede en A Coruña, se dedica al sector.

"Hace unos años que el Ayuntamiento de A Coruña nos pidió ayuda para montar un mercado medieval en la ciudad vieja", explica Ignacio Prieto. Gerente y socio fundador de Temporarius, la única sociedad gallega que organiza este tipo de eventos y que emplea a cuatro trabajadores, Prieto regentaba un "establecimiento de hostelería" en el casco antiguo de A Coruña cuando recibió la petición de la corporación de Francisco Vázquez. Ni especial pasión por la Edad Media ni nostalgia de otras vidas: "Me gustó tanto la experiencia que nos liamos la manta a la cabeza y decidimos seguir". Otra propuesta, esta vez del consistorio de Noia, decidió a Prieto y a otros socios a fundar Oficios Medievales, que en 2003 se transformó en la actual Temporarius. La prehistoria del simulacro medieval, en cualquier caso, no ocurrió hace más de 13 años.

La densidad del calendario atrae iniciativas de otras comunidades

Pero no sólo del Medioevo viven las recreaciones históricas. "Nosotros trabajamos también en Portugal y allí, sobre todo, trabajamos lo romano". "Lo romano es más caro, por el atrezzo específico; para vestirse de habitante medieval sirve casi cualquier cosa", explica Prieto, "y lo medieval es lo que más pide la gente". La empresa que gestiona Prieto acaba de abrir una nueva vía, el Renacimiento italiano. "Aunque no tiene demasiada salida", reconoce. La guerra contra los franceses en 1808 o el pasaje del Río do Esquecemento, en el que el centurión Décimo Junio Bruto cruza las aguas del Leteo para demostrar a sus tropas que no se perdía la memoria, son otros episodios, históricos o legendarios, revividos por esta clase de sociedades.

A pesar de que el folclore parece dominar sobre el rigor científico en la mayoría de los mercados con el epíteto de "medieval", desde Temporarius defienden la documentación de los mismos. "Hemos organizado más de 200 ferias". "Tenemos asesores en la Universidad de A Coruña y en la de Salamanca que nos ayudan a que todo el montaje resulte veraz". "Consultamos libros y la Red también es muy importante", comenta Prieto. El empresario de A Coruña se enorgullece de "no vender un mercado, sino historia, cultura" y para ello asegura "documentarse de alguna leyenda local para intentar recrearla, quién era el señor de la zona, los escudos, los vestidos..." "Lo que nosotros hacemos es recoger un momento histórico y ampliarlo", resume.

Debido a la densidad del calendario festivo del verano galaico, el sector de las recreaciones encuentra en el noroeste campo abierto. Cantabria Medieval o Fusión Medieval -radicada en Toledo y que este año estará en Sigüeiro, Ribeira, O Burgo o Nigrán- operan asiduamente en Galicia. Una página web, mercadosmedievales.info, es el único atisbo de gremialismo en el ramo y funciona más bien como agenda de eventos en territorio peninsular. Y a pesar de que Prieto no quiere dar nombres, se muestra crítico con el auge del revival medieval: "Ahora se han empezado a hacer ferias medievales donde no se deben hacer; es necesario que haya una base histórica". "No se puede jugar con la gente de los puestos". 150 o 160 comerciantes llegan a movilizar en Temporarius "y hay que garantizarles un mínimo de gente en la feria".

La empresa aporta decoración, que puede incluir teatro, música y malabaristas, todo ajustado a las exigencias económicas de la parte contratante, casi siempre institucional. "No somos vendedores ambulantes que se ponen en cualquier sitio a intentar colocar su mercancía", aclara, "y tampoco nos gusta ver un mercado homogéneo, con todos los puestos idénticos". La próxima cita medieval organizada por los coruñeses será del otro lado del Miño, en Vilanova da Cerveira los dos últimos días de agosto.

Un participante en la Feria Medieval de Mondoñedo.
Un participante en la Feria Medieval de Mondoñedo.PEDRO AGRELO

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