La Moncloa negocia para que Zapatero no vaya al Congreso

El Gobierno ha constatado que se ha quedado solo frente a todos los demás grupos parlamentarios ante la petición de Iniciativa per Cataluña (ICV) y del PP de que José Luis Rodríguez Zapatero participe en el Congreso en un debate sobre financiación autonómica. Como esta vez el presidente considera que adelantarse y pedir él mismo la comparecencia, a fin de evitar una derrota parlamentaria en la Diputación Permanente, sería contraproducente para la negociación, La Moncloa intenta evitar que mañana se plantee incluso la votación.

Por eso, la Vicepresidencia del Gobierno negocia contrarreloj con Iniciativa per Catalunya para que su diputado Joan Herrera retire la petición de comparecencia. A última hora de la tarde de ayer se mantenían las conversaciones, próximas al acuerdo, y con ofertas vinculadas a la propia negociación de la financiación autonómica. También se barajaron otras opciones, como la comparecencia de otro miembro del Gobierno vinculado a este asunto. En principio, el miércoles se discuten la petición de ICV y la del PP. Grupos como CiU y PNV han asegurado que rechazarían la del PP, pero que no tendrían más remedio que apoyar la de ICV.

Ayer mismo, el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, confirmó a este periódico que, en principio, su voto sería favorable a la petición de ICV. Sus votos se sumarían a los de todos los demás grupos, salvo el PSOE, y forzarían la comparecencia de Zapatero y, por tanto, la derrota parlamentaria del Gobierno.

Por eso, la solución que ha encontrado el Gobierno es la de ir a la raíz e intentar convencer a Herrera de que retire su petición. La tesis del Ejecutivo es que ese debate ahora sería contraproducente. Incluso reprocha a los partidos catalanes que defiendan la bilateralidad de la financiación y, al tiempo, fuercen un debate multilateral en el Congreso. Si hay acuerdo con ICV, éste podría conocerse hoy mismo y el Gobierno salvaría la papeleta.

Tampoco considera el PSOE conveniente en plena negociación y debate sobre la financiación la reunión de los barones socialistas que han solicitado en las últimas horas varios dirigentes regionales socialistas. La petición inicial fue del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y a ella se han sumado otras, como Extremadura, Asturias y Baleares. Un alto dirigente del PSOE explica que no está prevista esa reunión, que tampoco es bien vista por el PSC.

Ante la tormenta desatada por el debate de la financiación autonómica, el Partit del Socialistes de Catalunya (PSC) ha decidido cobijarse, para no empaparse y para que no le caiga ningún rayo desde el PSOE, informa Joan Foguet. No hay mucho interés en la petición de reunión de los barones territoriales socialistas. Fuentes del PSC asumen que ahora "no apetece mucho" encerrarse en una sala con miembros del partido hermano.

Tras las últimas polémicas, en el PSC existe la consigna de mantener silencio hasta el próximo 25 de agosto, lunes, fecha en la que José Montilla vuelve a tomar el timón de la Generalitat y de los socialistas catalanes. Ese día se reactiva la acción gubernamental y está prevista una ejecutiva del PSC, que será la que marque la nueva estrategia. La previsión es que Montilla llame a rebato y que a partir de ahora la dialéctica con el Gobierno central sea más propositiva y más soterrada.

En el debate terció ayer la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, acusando al PSOE de crear tensiones con sus discrepancias internas, informa Efe.