Garbajosa se crece ante Nowitzki
El equipo celebra la 'resurrección' del 'pívot', que estuvo casi un año lesionado
Jorge Garbajosa no olvidará los tres últimos meses, los más duros de su vida. Largas sesiones con la única compañía de su fisioterapeuta particular en el gimnasio de un hotel de Madrid, una durísima rehabilitación de su tobillo izquierdo y tres decisiones fundamentales que han dado un vuelco a su carrera: desvincularse de los Raptors, empecinarse en disputar los Juegos con la selección y fichar por el Khimki de Moscú. El largo camino de rehabilitación le ha empujado a olvidar sus numerosas manías: no abandonar el entrenamiento sin anotar al menos 25 triples o no vestir de amarillo, entre otras muchas. "Sufrir una lesión así te ayuda a relativizar las cosas", dice.
En julio pasó la criba de Aíto García Reneses y desde entonces ya había disputado varios partidos. Pero ante la Alemania de Nowitzki vivió su día de gloria. La historia es conocida. Se quebró el tobillo izquierdo en marzo de 2007 durante un partido en el Boston Garden y tuvo que ser operado. Se recuperó a marchas forzadas para disputar el Europeo. Se reincorporó a los Raptors pero sólo jugó siete partidos antes de que los médicos apreciaran una alarmante lesión en la misma pierna. Fue nuevamente operado el pasado mes de diciembre. Mientras, los Raptors litigaban con la federación española. No volvió a jugar hasta que disputó los amistosos de preparación con la selección. Un vía crucis.
"Jorge necesitaba meter esos triples y decir 'aquí estoy yo", sentencia Calderón
Quienes mejor lo saben son sus compañeros. Por eso no era de extrañar la que acabó siendo una de las imágenes del partido: el abrazo que le dio Pau Gasol después de que anotara su segundo triple. Cuando fue relevado, el equipo al completo le aplaudió con un énfasis especial. Después de mucho tiempo, volvía a brillar. "A nosotros no tenía que demostrarnos nada, porque lo vemos en el día a día y sabemos que está bien, pero necesitaba meter esos triples y decir: 'aquí estoy yo", aduce Calderón. Garbajosa quitó importancia a su actuación: 6 puntos, 6 rebotes, 2 robos de balón y, sobre todo, una magnífica labor defensiva ante Nowitzki. "Me gusta que entren los tiros, pero no es lo que más me preocupa. Me preocupan mis sensaciones, servir al equipo", asegura el pívot madrileño nacido en Torrejón de Ardoz, en 1977. "Sabemos que nos falta un punto de chispa, de brillantez, pero el equipo saca los partidos adelante cada día con un par de jugadores que están bien".
Tras recordar que también en el Eurobasket el conjunto pasó por algunos malos momentos en la primera fase, en la que perdió ante Croacia, Garbo deduce: "Lo importante es llegar al campeonato a un 80% o un 85% e ir creciendo. Hay cosas que corregir, pero mientras tengamos que hacerlo después de una victoria mucho mejor".
El partido ante Alemania se disputó a las nueve de la mañana, hora de Pekín. Los jugadores del equipo español tocaron diana a las 5.30 para, acto seguido, desayunar y empezar a preparar ya el encuentro. "Desde los últimos Juegos de Atenas no había jugado ningún partido a esta hora", recordaba Navarro. "Ha sido extraño para todos. Creo que no ha sido para tirar cohetes, pero podemos estar satisfechos por cómo ha salido el partido", concluye Garbajosa, quien junto a sus compañeros aprovechó el día libre que les otorgó Aíto para visitar la Gran Muralla y la plaza de Tiananmen.
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