PIZZA ESENCIAL DE MEJILLONES
Yo ya al trasnochar no es que me despierte resacoso, que también, ahora ya es que me levanto milenarista, en plan el fin de los tiempos, los apocalipsis y sucesos horripilantes de esos. Ay, Señor, qué mala es la edad.
Pero retiro la sábana de la cama y descubro, yaciente junto a mí en el lecho, una lata de mejillones (¿qué hice yo anoche?). Y de repente esa visión reconfortante, todo orden, todo paz, seráfica belleza natural en medio del caos, me reconcilia con la vida y comprendo que ellos, tan arregladitos, tan pulcros, tan iguales en su amorosa cama de aluminio son el futuro. Al menos el mío, porque pienso zampármelos para comer. Eso sí, para que sus angelicales rostros de molusco no me persigan en sueños el resto de mis días como en las pelis de Hitchcock, voy a camuflarlos en una pizza. Y eso se dice fácil, pero ponte a amasar con la que está cayendo: pleno verano y temporada olímpica, con lo que cansa ver desde el sofá a esa pobre gente cometiendo excesos. Así que nada, sin miserias, que para algo somos impostores. Prescindimos de la masa, le ponemos al invento un nombre pomposo y asunto arreglado. Tan radical decisión pudiera parecer fruto de la vagancia o la molicie, como enseguida pensaría cualquier suspicaz. Pero no. No se trata de pereza, ni de incapacidad motora transitoria ocasionada por los excesos noctámbulos. De ninguna forma. Esto, lo que es, es "nueva cocina". Cocina de autor, si se prefiere. Al menos eso es lo que hay que decirles a los invitados, mirándoles desafiante a los ojos. Y si cuela...
- Ingredientes: 1 envase de queso fresco grandecito (el típico Burgo de Arias o similar), 2 latas de mejillones al natural (mejor talla grande), 1 paquete de queso rallado, 1 bote de alioli, 1 bote de Tumaca Cidacos (es como tomate crudo triturado), orégano, aceite virgen extra y sal.
- Preparación: cortamos el queso en lonchas de 1 centímetro (en plan minipizzas) y las vamos poniendo sobre un papel de aluminio en la bandeja del horno, que habremos sacado antes de ponerlo a calentar a 200 grados. Sobre cada rodaja de queso esparcimos una cucharadita de tomate triturado, dos gotillas de aceite rico y un poco de sal. Encima acoplamos un par de mejillones bien escurridos (dos o tres, según el tamaño de cada rodaja) y sobre ellos una bolita de alioli. Lo cubrimos con queso rallado, espolvoreamos con orégano y al horno. Cuando el queso se funda, están en su punto. Y qué punto.
http://cocinaparaimpostores.blogspot.com
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