Los piquetes dejan a la Costa del Sol sin autobuses
Las negociaciones están rotas y la tensión de la protesta no hace más que crecer. Los piquetes de la huelga de trabajadores de Portillo, concesionaria de los autobuses de la Costa del Sol, impidieron ayer por segundo día consecutivo que se cumplieran los servicios mínimos.
El quinto día de paro afectó a miles de viajeros, que no pudieron desplazarse en una red de transportes que abarca desde el Rincón de la Victoria hasta La Línea (Cádiz). Los huelguistas, en la entrada de las cocheras de Marbella y Málaga, impedían el paso a los autobuses que no cumpliesen la normativa a rajatabla. La falta de tijeras en el botiquín o los desperdicios en los pasillos del vehículo eran motivos de peso para impedir su salida. La empresa denunció la rotura provocada de los sensores de las puertas.
Los trabajadores exigen un aumento de sueldo que la compañía considera desproporcionado. Hace días que las partes no se sientan a negociar el fin de la huelga. El acuerdo se antoja lejano.
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