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Reportaje:música

El rock inglés cede el trono lírico a las bandas de EE UU

Nuevos grupos reivindican las letras como parte del éxito

La temporada de festivales es utilizada en el Reino Unido como pulsómetro de la escena pop. Así, no es de extrañar que con menos de una semana de diferencia, dos publicaciones británicas como el Observer Music Monthly, mensual sobre pop, y el semanario NME, paladín de indies, hayan concluido que este año se llevan las bandas norteamericanas.

Por caminos distintos, e ignorando el mundo de habla no inglesa, ambas publicaciones llegan a la misma conclusión. "Cada día encuentro un nuevo grupo norteamericano que me fascina", comenta Alex Miller, editor de la sección de noticias del NME. "Kings of Leon o Lil' Wayne son ambiciosos y ponen en peligro el reinado de los Red Hot Chilli Peppers o P Diddy, mientras que en el underground, la escena de Brooklyn y la de Los Ángeles no paran de producir grandes bandas". Por su parte, Conor McNicholas, director del semanario británico, apunta al efecto Obama como acelerador de una efervescencia creativa en Estados Unidos.

"Me considero un poeta tanto como un cantautor", proclama el líder de The Hold Steady

Desde el otro lado del Atlántico, estas aseveraciones han sido saludadas con extremo sarcasmo. La revista online Stereogum se preguntaba: "¿Cuándo dejamos de ser guais los norteamericanos?". Eso se llama pregunta retórica. La tesis se sustenta en el renovado pulso literario de bandas procedentes del otro lado del Atlántico, como The Hold Steady (Bruce Springsteen sin dinero y con pocos fans), Fleet Foxes (Crosby, Stills & Brian Wilson) o Vampire Weekend (Paul Simon con iPhone). Mientras se espera el Nobel de Literatura para Dylan para certificar la escritura de canciones como forma de arte de gama alta, nuevas formaciones estadounidenses reivindican la palabra como responsable de, al menos, el 50% del éxito de una canción. "Me considero un poeta tanto como un cantautor. Cuanto más nos alejamos de los clichés del rock and roll, más gente con ambiciones literarias pensará que esta música es una forma de expresión válida", comenta Craig Finn, líder de The Hold Steady y tal vez el único tipo en la escena actual capaz de comparar un concierto de su banda con unos juegos florales y no perder la mitad de sus fans.

En 2001, NME le dio su primera portada a The Strokes y The White Stripes, dos bandas norteamericanas que tardarían un par de años en recibir un mínimo de atención en su país. Lo mismo ocurrió con Kings of Leon. El chovinismo pop británico tal vez no sea tan feroz como el tópico indica.

El grupo The Hold Steady, liderado por Craig Finn.
El grupo The Hold Steady, liderado por Craig Finn.

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