Grecia la tiene guardada
El palmarés y la plantilla avalan al renovado equipo de Yannakis
La selección griega ha sido la víctima más repetida en los tres últimos años triunfales del equipo de Pau Gasol. Los griegos forman un equipo compacto y aguerrido. Han sufrido algún altibajo, pero amenazan como el que más. Abusó de ellos España en la final del Mundial de Japón, pero a punto estuvieron de dar un disgusto al anfitrión en el Eurobasket. Han asomado la cabeza siempre entre los mejores: fueron campeones en el Europeo de 2005, subcampeones en el Mundial de 2006 y cuartos en el pasado Eurobasket. Poca broma con un equipo que reúne una batería de jugadores exteriores impresionante con Diamantidis, el base más cotizado de cuantos juegan en Europa; Papaloukas, un sexto hombre determinante al estilo de Ginobili con los Spurs; o Spanoulis, un rebotado de la NBA que martilleó los clavos sobre la tumba del equipo de Estados Unidos en las semifinales del último Mundial.
"Es un equipo con jugadores con una calidad indiscutible, con pívots muy versátiles, capaces de lanzar con acierto desde fuera de la zona, y eso nos puede crear problemas de ajustes", dice Aíto García Reneses. Marc Gasol pone el acento sobre la "bestia" Schortsianitis, un pívot enorme que ha tenido que ser ingresado varias veces en clínicas para seguir severos regímenes dietéticos para bajar de peso. "No juega muchos minutos, pero si lo hace contra nosotros, será cuestión de no dejarle que se arrime mucho al aro, aunque para ello haya que partirse un par de costillas". Muy propenso a acumular rápido faltas personales, Schortsianitis es todo lo contrario que el resto de pívots griegos, más escurridizos y versátiles.
Grecia tuvo que ganarse la plaza en un preolímpico en que arrasó de la misma forma que hizo en los amistosos de preparación. Ha funcionado la renovación del equipo emprendida por el seleccionador, Panayotis Yannakis, que ha dejado fuera a clásicos como Kakiuzis, Papadopoulos, Dikoudis y Chatzivretas, para reafirmar un estilo que prioriza una defensa intensa y un tremendo rigor ofensivo.
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