"Si tengo que jugarme la última bola, lo haré"

Desafiante, con el aplomo propio de los grandes jugadores, Rudy Fernández, a sus 23 años, aguarda la inminencia de retos de una enorme trascendencia en su carrera. Mañana domingo (8.30 de la mañana, TVE1), el inicio de sus segundos Juegos Olímpicos con el primer partido de la selección frente Grecia. Cuando concluya la cita olímpica, en la que el equipo de Aíto García Reneses parte como uno de los favoritos a meterse en la final, le aguarda el salto a la NBA tras haber fichado este mismo verano por los Blazers. Su objetivo es aterrizar en Portland (Oregón) con una medalla olímpica.

Le queman las yemas de los dedos, quiere entrar ya de una vez por todas en competición, iniciar el reto, redimirse del desencanto de los Juegos de Atenas cuando Estados Unidos rompió el camino español en cuartos de final, y proseguir con la fantástica cosecha de medallas, la de oro en el Mundial y la de plata en el Eurobasket. Rudy, precoz, fue pieza importante en los éxitos y ahora se adivina cada vez más como una auténtica figura de la selección de baloncesto.

"Conocemos a Grecia y ahí debemos dar la medida de nuestras posibilidades"

"EE UU es temible, pero al final, cada año, ha tenido que luchar por ser tercero"

Pregunta. ¿Ha variado su perspectiva en la selección?

Respuesta. Sigue siendo la misma aunque es cierto que cada año voy cogiendo más experiencia dentro de este equipo. Soy un jugador más dentro de él, pero cada vez tengo más confianza para asumir más responsabilidad.

P. El entrenador cambia. Usted lo conoce muy bien.

R. Es un entrenador que tiene su filosofía de juego y con el que, durante estas semanas, hemos estado entrenándonos para poder desarrollar un estilo de juego agresivo como el que hemos hecho en el Joventut y que tan bien nos ha salido.

P. ¿Puede establecer el objetivo?

R. Jugar al máximo de nuestras posibilidades. No tenemos que depender de otros equipos. Debemos depender de nuestro juego y saber que, si estamos al 100%, tenemos muchas posibilidades de lograr medalla.

P. ¿Les faltó algo en el Eurobasket?

R. Sí. No logramos el mismo nivel que en el Mundial de Japón. Fue un Europeo muy difícil. Perdimos contra Croacia en la fase de grupos y eso nos avisó de lo que podía venir. Contra Rusia cuajamos nuestro peor partido y, aún así, no logramos el título por mala suerte. Tuvimos opciones hasta el último segundo de la final y eso demuestra nuestro nivel. Incluso sin estar bien podemos tener opciones y, si estamos al 100%, resulta muy difícil ganarnos sea quien sea el rival.

P. ¿Qué le parece la selección de Estados Unidos?

R. Van muy fuertes. Es una selección temible, con grandísimos jugadores. Pero nosotros sabemos que estamos capacitados para todo, para ganar a cualquiera y, si les ganamos, seguro que lograremos una medalla al final.

P. Ya están acostumbrados a jugar contra figuras mundiales.

R. Lo bueno de esta selección es que siempre va a más. Llevamos dos años consecutivos con medalla y ahora llegamos a acontecimientos súper importantes para nosotros donde somos conscientes de que podemos ganar.

P. ¿Considera un error pensar sólo en Estados Unidos?

R. Sí. Estados Unidos cuenta con muy buenos jugadores pero no acaba de acostumbrarse al juego FIBA y eso les perjudica un poco. Se demostró en el Mundial, en el que acabaron terceros. Ahora mismo es una selección muy temible, pero al final, cada año, ha tenido que luchar por el tercer lugar.

P. Para empezar, Grecia, que estuvo a punto de ganarles en el Europeo.

R. Nos conocemos muy bien. Poseen jugadores magníficos como Diamantidis, Spanoulis, Papaloukas, un excelente equipo. Debemos dar la medida de nuestras posibilidades ante ellos y no bajar la guardia en ningún momento. Arrancar bien es vital.

P. ¿Fichar por los Blazers supone muchos riesgos para su carrera?

R. Por una parte sí. La parte positiva es que cumplo mi sueño. Competir en la NBA es cumplir una gran ilusión y supone un gran paso adelante. La parte negativa es que estoy haciendo sacrificios muy importantes para poder estar allá y a lo mejor lo que me espera no es lo mejor para mí, aunque espero que sí.

P. ¿Qué le decantó a aceptar la oferta de los Blazers?

R. Por una parte, mi sueño era ir allí; por otra, que Portland se volcase muchísimo en ficharme para el año próximo. El hecho de que el presidente del equipo viniera a Badalona, que los directivos y el entrenador también lo hicieran... Ya me han enviado todo tipo de ropa, vídeos de los jugadores y aficionados, se lo han currado muchísimo. Ahora sólo falta ir y que pueda jugar.

P. ¿Mantiene algún contacto con ellos?

R. Voy hablando con ellos. Se preocupan por mí, me preguntan cómo me encuentro físicamente. Bueno, es mi equipo y tienen que preocuparse por mí.

P. ¿Tendrá que cambiar su juego?

R. Si Portland estaba detrás de mí y también había otros equipos interesados en contratarme, supongo que lo que les gustó fue lo que hacía en la ACB. Debo seguir con mi estilo de juego, aunque debo mejorar en otros aspectos.

P. Lo bueno es que ya ha sabido compaginar otras veces su condición de jugador titular y básico en el Joventut con la de sexto hombre en la selección.

R. Está claro que en esta selección contamos con uno de los mejores jugadores europeos en mi posición [Navarro]. Y es un lujo poder estar con él y poder aprender de lo que hace. Estoy contento con mi papel. Además, Aíto no tiene un cinco titular fijo. Le gusta innovar, utilizar a doce jugadores. Pero si tengo que darle minutos de descanso a Navarro, se los daré. Y si tengo que jugarme la última bola, lo haré.

P. En Portland será todo muy diferente.

R. Completamente. En el Joventut era el referente, el que se jugaba las últimas posesiones. En Portland el equipo ya está hecho. Intentaré ayudar como lo hago aquí en la selección. Es cierto que también será diferente, porque en Portland será mi primer año. Deseo ir allá, trabajar, ganarme minutos de juego y que el entrenador confíe en mí.

P. ¿Cómo va su inglés?

R. Aprendiendo poco a poco. Tengo que ponerme las pilas. Comunicarte con los jugadores y con el entrenador es lo más importante. Ahora estoy estudiando y cuando vaya allí tendré un profesor particular.

P. ¿No lo chapurrea con sus compañeros en la selección?

R. No. Con ellos hablo en español o catalán. No hay tiempo para nada más. Estamos centrados en el trabajo para conseguir lo máximo posible. Sería muy bonito poder llegar a la NBA con una medalla olímpica.