_
_
_
_
hamaca de lona
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Recado de escribir

Me hallaba inmerso en la faceta más gratificante de todo viaje, que es cuando se anticipa y prepara (y, por tanto, nada decepciona todavía), cuando escuché por la radio la noticia de la nueva normativa del Departamento de Seguridad Interior de los EE UU según la cual los agentes de frontera pueden proceder, si así les peta, a confiscar o requisar al viajero no sólo los ordenadores y demás artilugios electrónicos que almacenen información, sino cualquier manuscrito, cuaderno o moleskine que consideren conveniente.

Tras el 11-S y la implementación técnica del problemático principio "seguridad a cambio de libertad", me han ocurrido bastantes cosas desagradables en mis viajes a Estados Unidos. Desde que me revienten la maleta para examinar lo que hay dentro (dejándome, eso sí, un impreso oficial que me aclara que no tengo derecho a reclamar), hasta que me retengan en el aeropuerto varias horas (perdiendo los vuelos de enlace) mientras convenzo a la policía de que no tengo nada que ver con alguien que quizás se llame como yo (allí tienden a ignorar el segundo apellido), pero cuyas presuntas fechorías son responsabilidad sólo suya.

Pero esto de que puedan requisarme mi recado de escribir pasa de castaño oscuro. Alain de Botton, que a veces atina, afirma en El arte de viajar (Punto de Lectura) que el viaje es la comadrona del pensamiento: los nuevos lugares y la ruptura de la rutina estimulan ideas nuevas y distintas. Y uno las consigna por escrito tal vez para comprobar que la edad todavía no le ha convertido en un irredimible idiota.

Bueno, pues ahora toca autocensurarse (también) en el cuaderno de hule elegido con primor fetichista. No sea que lo requise el funcionario de turno y se entere de las ideas (nuevas y distintas) de cada cual. De las inocuas y de las que lo son menos. Y estén o no escritas con tinta simpática.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_