Una vez que baje Celedón, rienda suelta para todas las edades

Celedón es el personaje y la Vírgen Blanca, la patrona. En torno a ambos gira una interminable sucesión de actos, en su mayoría callejeros, para propiciar la participación. Además, sin edades. Y, en el fondo, todo se sucederá, de nuevo, partir de un mítico balcón.

En tiempos de la wii y la play-station, el Gargantúa atrae a pequeños y mayores

Los Vitoria Urban Games ofrecen música, deporte o arte diferentes

Rosendo, Barricada, Chenoa y Mikel Urdangarín, los principales recitales

BAJADA DEL CELEDÓN Y PROCESIÓN DE LOS FAROLES El comienzo de la fiesta

A las seis de la tarde, mañana, 4 de agosto, llegará sin duda el momento más importante de estos cinco días. Cuando Luis López de Sosoaga, de la cuadrilla de blusas Biznietos de Celedón, y Antonio González Cabezudo, presidente de la asociación de jubilados Las Cuatro Torres, lancen el chupinazo. Desde la torre de la iglesia de San Miguel hasta un primer piso en la calle Postas, durante un par de minutos, un muñeco que representa a Celedón, un aldeano mítico, vestido con blusa y albarcas, descenderá por un cable, ante el delirio de decenas de miles de personas que inundan la plaza de la Virgen Blanca.

Es el momento pagano de la jornada que tiene su continuidad religiosa cuatro horas más tarde, con la procesión de los faroles. Varias carrozas iluminadas, que representan diferentes misterios del Rosario, recorren las calles del centro de la ciudad, acompañando la imagen de la Virgen Blanca.

A propósito, para los creyentes y amantes de las tradiciones religiosas todavía quedan un par de actos de presencia ineludible: el Rosario de la Aurora, a partir de las siete de la mañana del 5 de agosto, día de la patrona, la posterior ofrenda de flores a la imagen de la Virgen Blanca, organizada por la comisión de blusas y neskas, y la misa pontifical (10 de la mañana).

OTRAS MÚSICAS Escenarios para sensibilidades diferentes

La fiesta está unida al chunda chunda, no cabe duda. Simplemente basta con darse un garbeo por cualquiera de las citas veraniegas en pueblos y ciudades. Si puede ser bakalao mejor que hip-hop, heavy metal antes que folk-rock, jotas, bilbainadas y otras melodías patrióticas en lugar de música sinfónica. Pero La Blanca cuenta con un lugar para el melómano. Ahí están los conciertos de la Banda Municipal, en el flamante quiosco del parque de La Florida, todos los días a la una de la tarde. Hay que prestar especial atención al repertorio en función de los días: por ejemplo, el 7 de agosto está destinado a los neskas y blusas txikis.

Ya más recogido, el auditorio de la escuela municipal de música Luis Aramburu (Calle Correría, 108) ofrece una serie de conciertos de cámara que permiten llegar a la hora del vermú con el espíritu relajado después de una noche de jarana. A partir de las 12,30, actuarán la soprano María Ogueta, acompañada por el pianista Borja Mariño (martes 5), el cuarteto de guitarras Anido (miércoles 6), el Dúo Shirabe, que interpretará obras de música japonesa tradicional y contemporánea (jueves 7) y el pianista Humberto Quagliata.

Y no hay que olvidar las jotas, ese clásico de La Blanca que convoca, desde la plaza del Conde de Peñaflorida (18.00 horas, desde el 5 al 9) a lo más granado del género, desde Voces del Ebro a Ribera canta, sin olvidar Alma de Aragón o los imprescindibles Raíces Navarras. Sólo para incondicionales.

EL ESPACIO AVENTURA La alternativa infantil

En la plaza del conde de Peñaflorida se aloja, desde hace lustros, el Gargantúa. Asombra que en tiempos de la wii y la play-station-3 esta atracción convoque a pequeños y mayores que disfrutan viendo cómo el gran muñeco creado por François Rabelais en el siglo XVI mantiene el misterio de ser engullido y expulsado tras pasar por un oscuro tobogán.

El Gargantúa es único, por lo que no ha quedado más remedio que trasladarlo por las tardes hasta el parque del Prado, donde se ofrecen otras atracciones destinadas al público infantil que merecen la pena. En este parque se encuentra el Espacio Aventura, que se ha consolidado como la referencia de los castillos hinchables y otras animaciones de gran formato. Los más pequeños cuentan con talleres y los jóvenes, con espacios deportivos.

En este parque, por las tardes (18.30) y en la plaza del Gargantúa, al mediodía (12.30), también se ofrecen actuaciones teatrales y títeres, con Lumagorri, Goloka, Hortzmuga...

LA ANIMACIÓN DE CALLE Competencia para los blusas

Hasta hace unos años, la animación de las calles de Vitoria corría por cuenta preferente de las cuadrillas de blusas. Era su territorio, con sus fanfarres, sus bailes característicos, sus bromas que buscaban la diversión del respetable... Pero esa dinámica festiva se va agotando, y llegan nuevos modos de animar la fiesta. Ahí están, por ejemplo, los espectáculos itinerantes que recorren el centro de la ciudad, una mezcla de pasacalles y teatro de calle, de música y farsa dinámica como la del grupo Vatua L'Olla que actuarán el 5 y el 6 de agosto, o la de los Hermanos Infoncundibles, a la una del mediodía del 8 de agosto, alrededor de la plaza de la Virgen Blanca.

Estas son las animaciones más modernas, pero el programa incluye actividades de calle para todas las edades en las que los blusas mandan. En la plaza de la Provincia, ese mismo viernes, a la misma hora, el público podrá disfrutar de un momento envidiable con El meneito veterano, un concurso de baile para lo que se podrían considerar viejas glorias, organizado por la cuadrilla Nekazariak. En este momento blusa, hay que destacar sin duda la gambada popular de los Gasteiztarrak (jueves 7, 12.30, calle Bastiturri), la fiesta de la espuma de Los Desiguales, ese día, a las seis de la tarde o el espacio de juegos infantiles que Basatiak organiza al mediodía en la plaza de Correos.

NUEVOS ÁMBITOS Tendencias para otros públicos

Llega el momento de los Vitoria Urban Games, donde se encuentran el 5 y 6 de agosto las nuevas formas de entender la música, modernos deportes como el skate o prácticas artísticas como el graffiti.

Las actividades se reparten en distintos emplazamientos. Por una parte, los campos de baloncesto contiguos al instituto de Los Herrán acogen los torneos de fútbol y basket 3x3. En otro lugar cercano se podrá disfrutar de una exhibición de skate. Y ya en la zona graffiti, como en años anteriores, los jóvenes recuperarán distintas paredes de la zona de Los Herrán.

Si el ambiente vinculado a las nuevas tendencias urbanas va tomando protagonismo durante estos días, qué decir del zoco árabe que abrió sus puertas hace tres años en la plaza de Juan de Ayala y se ha convertido en una referencia para los amantes del cuscús y la danza del vientre. Recomendable un tránsito entre el hip-hop graffitero y las esencias mediterráneas, como alternativa a las tradiciones clásicas de Vitoria.

EL RINCÓN DEL HUMOR Desde la plaza de Amárica

Esta plaza céntrica, aunque recoleta, se ha convertido en una pequeña sala de fiestas al aire libre que acoge montajes de humor. Si el martes día 5 podrán escuchar los chistes y monólogos de Alex Barredo, y un día después Gurutze Beitia y Gorka Aguinalde presentarán Txistus y Txistorras, el 7 de agosto le llega el turno a la magia, el circo y el humor de Magorditos que nunca del Dúo Tangorditos, obra que presenta a dos argentinos que llegan decididos a conquistar Europa a ritmo de tango circense. Estos dos bailarines son capaces de convertirse en diferentes personajes para demostrar que lo último que se pierde es la elegancia.

El día 8 vuelve el monólogo, en este caso de la mano de El Cansancio con la participación de Berto con La apoteosis necia. Los monólogos humorísticos en esta propuesta están combinados con música en directo, y siguen la trayectoria vital de un personaje a través de sus desgracias personales y en otras facetas de su vida. La apoteosis necia es un espectáculo abierto a modificaciones, y contempla la posibilidad de que cambie de una función a otra. Por último, el sábado día 9 Iker Galarza y Joseba Usabiaga presentarán Bota Patsa!!!.

IMPRESCINDIBLES Los conciertos de medianoche

Llegan Rosendo y Barricada (Plaza de los Fueros, medianoche del jueves 7 de agosto), pero también la orquesta Costa Blanca (media hora después en la plaza de España, a cincuenta metros). La programación nocturna, para todos los públicos y sensibilidades, atiende por igual a los amantes de Chenoa que a los de Mikel Urdangarin (ambos actúan el 5 de agosto a 12 de la noche, en la plaza de los Fueros y en la del Matxete, respectivamente). Por cierto, ese día grande y a la misma hora, el fan de Paquito el chocolatero puede acudir a la plaza del Arca para disfrutar de la verbena que ofrecerá la orquesta Koxkor.

Lo de la plaza de la Provincia es otra cosa, como para iniciados: los espectáculos comienzan a las once de la noche y los primeros en llegar consiguen silla. Se programan espectáculos como el ballet folklórico Jalisco (5 de agosto) o magia con el Mago Murphy.

Quizás por eso, porque la programación del centro de la ciudad no levanta el ánimo juvenil, las txosnas ofrecen un programa que incluye a formaciones explosivas como The Dynamites, Soziedad Alkoholika o Sorkun.

FIN DE FIESTA Subida del Celedón

Vitoria se va despoblando según transcurren las fiestas. Año tras año, se puede comprobar cómo la ciudadanía emboca el calendario festivo con ímpetu para languidecer a mediados de semana. Pocos llegan al 9, perdón, el 10 de agosto, cuando a la una de la mañana sube el Celedón a su residencia en lo alto de la torre de la iglesia de San Miguel. Entonces, después de disfrutar de ocho toros de fuego, los incombustibles de la juerga llegan al paroxismo hasta el próximo año, hasta el 4 de agosto de 2009, a las seis de la tarde.