"El PP no debe cuestionar de nuevo el resultado electoral"
Leire Pajín Iraola, de 31 años, donostiarra de nacimiento, demostró sus dotes de mando a los 12, cuando fue elegida consejera escolar del colegio público de Benidorm en el que cursaba la EGB. Ahora es la jefa del aparato del PSOE, al frente de la poderosa Secretaría de Organización de este partido, y asume el puesto con una naturalidad y aplomo que quizá sólo se entiende en alguien que pasó la adolescencia en una organización política con dosis de ideología muy considerables. Con 15 años se afilió a las Juventudes Socialistas de España, pero a los 17 dejó la organización juvenil para irse con los mayores, al PSOE. Con 24 años fue diputada nacional, y con 28 fue nombrada secretaria de Estado de Cooperación Internacional, una de las facetas prioritarias del programa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Al sobresalto inicial del mundo de los diplomáticos le siguió en breve el reconocimiento de que, con acuerdos o desacuerdos en la política de cooperación que llevaba, Pajín ejercía plenamente su tarea, sin titubeos.
"Ni los Gobiernos europeos ni el de EE UU previeron un deterioro tan rápido de la economía"
"Soy de izquierdas, sin complejos; pero no se trata de serlo más o de buscar el centro, sino de llegar a la mayoría social"
Se declara "mujer de izquierdas y "feminista por parte de madre", aunque su máximo orgullo lo tiene por el hecho de ser "sobrina, nieta e hija de maestros". Su lenguaje responde al de la izquierda tradicional, mezclado con invocaciones "a los que no tienen nada que llevarse a la boca", a los que ha visto muy de cerca en estos cuatro años al frente de la política de cooperación española. Su tono es sobrio, casi duro, poco edulcorado. ¿Una profesional de la política? "Reivindico", afirma, "la contribución de los hombres y las mujeres que han dejado y dejan lo mejor de sus vidas para servir a los ciudadanos".
Pregunta. ¿Cómo explicaría usted a alguien no familiarizado con la política qué significa ser secretaria de Organización?
Respuesta. Es la persona encargada de que todo el sistema funcione en el día a día, de coordinar los esfuerzos de una organización de miles de personas, hombres y mujeres que militan en este partido para servir a los ciudadanos y hacer realidad sus sueños. Conocer su estado de ánimo forma también parte de mi trabajo. Para ello es importante saber escuchar, mucha mano izquierda y tomar decisiones en los momentos oportunos.
P. En el mundo político se sabe que el secretario de Organización en su partido tiene un poder inmenso. La autoridad la tiene por el cargo. ¿Cuál cree usted que es la receta para que, además, tenga la autoridad moral?
R. La autoridad te la otorgan los demás, y creo que se gana cuando se es capaz de sacar lo mejor de cada uno en un equipo y cuando se hace respetar, y eso viene con el tiempo. Haberme criado en este partido es la mejor garantía de conocer a fondo esta organización y de tener compañeros y compañeras que siempre te echan una mano. Tengo la suerte de tener muy cerca a Pepe Blanco, con el que comparto diariamente reflexiones y puntos de vista. Quien me conoce bien, sabe que me dejaré la piel en esta nueva responsabilidad.
P. Ha dicho usted que se propone trasladar a los ciudadanos los debates y las políticas del PSOE, además de rendir cuentas. Lo cierto es que en pocas semanas el crédito del Gobierno va bajando. ¿Es sólo un problema de comunicación?
R. Todo el esfuerzo que hagamos en explicar a la ciudadanía las políticas y las medidas del Gobierno es un esfuerzo más que necesario que debemos hacer desde el Gobierno y desde el partido. A veces hemos aprobado tantas iniciativas a la vez que no nos ha dado tiempo a explicarlas como debiéramos a la ciudadanía. En momentos de incertidumbre económica como el actual es todavía más importante rendir cuentas y cumplir con la palabra dada. Eso da confianza a la ciudadanía, además de ser una exigencia ética para los socialistas.
P. Cada vez con más nitidez, el Partido Popular lanza una acusación: ustedes ganaron las elecciones de marzo porque no dijeron la verdad sobre la situación económica.
R. Me suena esa canción. Ya la hemos escuchado antes. El PP sabe que nadie, ni el Gobierno español ni los gobiernos de Europa o Estados Unidos, preveía que la situación económica se fuera a deteriorar tan rápidamente. Tampoco los organismos e instituciones financieras internacionales. Espero que el PP no tenga la tentación de volver a cuestionar y a buscar excusas sobre el resultado electoral.
P. Llegados al momento actual, en el que el presidente habla sin ambages de situación difícil y necesidad de austeridad, ¿cuál va a ser el papel del PSOE?
R. En primer lugar, tener los pies en la tierra y estar muy pendiente de los problemas reales de la ciudadanía. Ésa es la mejor labor que puede y que sabe hacer como nadie este partido. Por tanto, escuchar y tomar buena nota de lo que nos dice la gente para trasladarlo al Gobierno. Y en segundo lugar, intensificar nuestra labor fuera de las sedes del partido, la que hacen nuestros militantes explicando nuestras políticas en su centro de trabajo, en su entorno más cercano, para mejorarlas siempre desde el punto de vista de los ciudadanos. Ahora va a ser más importante esa labor de cercanía, especialmente con los que más necesitan de nuestras políticas sociales.
P. Está en el guión que el partido y el grupo parlamentario sostienen las políticas del Gobierno. ¿No existe la posibilidad de que el partido trate de influir, orientar o presionar al Gobierno para que cambie de rumbo?
R. El partido, cuando gobernamos, debe estar más atento que nunca a los ciudadanos. No sólo cuando nos apoyan, sino especialmente cuando son críticos. Nuestro deber es trasladar esas percepciones ciudadanas al Gobierno. Es una alianza estratégica en la que Gobierno y partido se necesitan; tienen tareas distintas, pero complementarias.
P. ¿Es lo que ha pasado en el 37º Congreso, al aprobarse temas que no estaban en el programa electoral presentado a los ciudadanos hace cuatro meses? Por ejemplo, ¿la ampliación del aborto o abrir el debate sobre la eutanasia o el voto para los inmigrantes?
R. Eso demuestra que en nuestros congresos hay debate y que los militantes incorporan temas nuevos a la agenda política. Lo más importante es que todo lo que se aprueba, se transforma de forma inmediata en políticas reales.
P. ¿Da usted por seguro que habrá una nueva regulación del aborto?
R. No tengo ninguna duda. Vamos a tomar medidas para informar mejor a nuestros jóvenes con el objetivo de evitar el incremento de embarazos no deseados que se está produciendo. También vamos a abrir una reflexión para revisar una ley que tiene 23 años, y que debe mejorar sobre todo los aspectos de seguridad jurídica de las mujeres que ejercen ese derecho amparadas en la ley y también la de los profesionales que ofrecen esa prestación.
P. En el congreso del PSOE se aprobó que se regularán con más precisión todas las normas que garanticen el derecho a una muerte digna, y que, en los próximos años, se podría llegar a la eutanasia, de acuerdo con la evolución de la sociedad. Para muchos, ustedes han ido muy lejos, y para los defensores de la eutanasia, se han quedado muy cortos.
R. Siempre hay quien ve el vaso medio lleno o medio vacío. El debate sobre el derecho a una muerte digna creo que está en la ciudadanía desde hace ya algún tiempo. Lo que hicieron los delegados fue colocar en la agenda política lo que ya estaba en la sociedad. Y lo hicieron de forma sensata, avanzando hacia una regulación que ya existe en otros países.
P. En la legislatura pasada, ustedes se centraron en nuevos derechos sociales con el apoyo de partidos de izquierda, de los que ahora están más despegados. Esos grupos dan por seguro que sus políticas ahora serán más conservadoras.
R. Entiendo que esos grupos tengan que buscar sus espacios, pero los ciudadanos saben bien que si hay un partido que cumple sus compromisos, incluso los más valientes, ése es el PSOE.
P. Ustedes quieren buscar alianzas con todos. ¿Puede concretar dónde pondrán el ahínco?
R. Como ha demostrado el presidente estos días, tenemos voluntad de diálogo y acuerdo con todos, y llegaremos a compromisos que nos permitan llevar adelante nuestro contrato con los ciudadanos y el programa de gobierno con el que el presidente fue elegido en el Parlamento. La prioridad será el cumplimiento del programa social y las medidas que contribuyan a recuperar cuanto antes el crecimiento.
P. ¿Y usted dónde se sitúa en el terreno ideológico: a la izquierda, a la derecha o en el centro del PSOE?
R. No tengo ningún complejo en ese sentido: soy una mujer de izquierdas. El debate que le interesa a los ciudadanos no es si somos más o menos de izquierdas, sino si cumplimos con nuestros compromisos y llegamos a una mayoría social. Como dije a los compañeros en el congreso de Alicante, lo importante no es buscar el centro, sino llegar a la mayoría social.
P. ¿No tendrán que arrepentirse de haber dicho a la sociedad que la política social y de infraestructuras no se tocará, a pesar de la crisis?
R. Las cuentas cuadrarán porque este Gobierno hizo los deberes en materia económica la pasada legislatura. Las iniciativas que hemos tomado ante la actual situación de dificultad económica son las más contundentes que ningún Gobierno europeo ha tomado hasta ahora.
P. El presidente ha comprometido llegar en esta legislatura al 0,7% en ayuda a la cooperación. ¿La sociedad española es tan solidaria como para aceptar esta ayuda en tiempo de crisis interna?
R. Los españoles saben bien que este Gobierno está al lado de los que más lo necesitan en nuestro país. Y por eso sigue aumentando las becas, las pensiones, el salario mínimo, etcétera. Pero también saben que cuando aquí hablamos de crecer al 2%, en otros países hablamos de no tener nada que llevarse a la boca. Estoy convencida de que quieren que aprobemos medidas que ayuden a los de dentro, pero sin dejar de apoyar a quienes lo pasan peor.
P. ¿Cómo afronta usted el tránsito entre su anterior ocupación, mirando de cara a la miseria, y la actual, al frente del aparato de su partido, en el que la mayor parte de los conflictos vienen por luchas de poder?
R. Estos cuatro años han supuesto para mí el privilegio de tener una mirada hacia el mundo. Mi compromiso en la lucha contra la pobreza va más allá de las responsabilidades. Es un compromiso ético, ciudadano. Mi nueva tarea es distinta, pero la ejerceré con la misma pasión.
P. Esa pasión ¿no dificulta la conciliación de la vida laboral y personal?
R. Es curioso que esta pregunta sólo se le hace a las mujeres, lo que indica que queda mucho por recorrer. Pero respondo: yo no renuncio a mi vida personal y quiero contribuir a hacer más fácil la conciliación.
P. ¿Cómo defendería usted al denostado aparato de partido?
R. Eso son estereotipos lógicos sobre cualquier organización. Ahora bien, todo el mundo sabe que el aparato es fundamental para el buen funcionamiento de un partido.
P. ¿Qué le parece que se diga a personas con su trayectoria que son profesionales de la política?
R. [Sonríe]. Yo reivindico la contribución de los partidos políticos, de los hombres y mujeres que se dejan lo mejor de sus vidas para servir a los ciudadanos. Estamos aquí para servirlos, y cuando se deja de hacer hay que irse de inmediato. Además, yo no he llegado aquí sólo por mí misma. Lo han propiciado otros actores: el partido y los ciudadanos.
P. Cuando se afilió con 15 años a las Juventudes Socialistas, ¿ya pensaba que de mayor iba a ser política?
R. A esa edad quería ser periodista. Uno no elige ser política porque hablamos de convicciones, de compromiso y de servicio público. Pero sí, yo pensé que en la vida había dos opciones: verla pasar o intentar cambiarla. Opté por la segunda.
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