"La orquesta de la paz es mentira"
Barenboim lamenta que su proyecto musical por el diálogo no dé resultados
"Se nos llama orquesta de la paz, y es muy halagador, pero es mentira". El músico argentino de origen judío Daniel Barenboim reconoció ayer en la presentación anual de la orquesta West-Eastern Divan (Diván de Oriente y Occidente, en castellano), en Pilas (Sevilla), que este proyecto, símbolo de paz entre judíos y árabes, "no ha tenido el resultado esperado".
Puso como ejemplo la suspensión del concierto del próximo día 11 en Ammán (Jordania) por motivos de seguridad. "Cuando podamos tocar en Ammán, El Cairo, Bagdad, Teherán y en todos los países en los que nacieron mis músicos, se habrá conseguido algo", sentenció Barenboim, vestido completamente de blanco.
Hay 44 israelíes, 40 árabes, 26 españoles y otras 10 nacionalidades
Aún así, los 120 músicos procedentes de Israel, Palestina, Egipto, Jordania y hasta 20 nacionalidades ensayaban ayer con entusiasmo en la sede de la Fundación Said- Barenboim establecida hace seis años en Pilas. Llegaron el pasado 24 de julio y se quedarán hasta el cuatro de agosto. Entonces comenzará la gira en la que recorrerán 12 ciudades de ocho países europeos.
Pero ayer los músicos, de entre 12 y 29 años, tenían toda su atención puesta en el ensayo, en el maestro. Los 42 grados de la zona creaban una escena peculiar: chanclas, camisetas de tirantes y pantalones cortos daban al ensayo un colorido veraniego. Los chicos siguen considerando el proyecto West Eastern Divan como "un símbolo de convivencia entre culturas". Aunque sea a pequeña escala.
Barenboim insistió en que el problema en Oriente Medio no es "un conflicto político normal". Señaló la dificultad de que Israel y Palestina se entiendan porque ambos "están convencidos de su derecho a vivir en la misma tierra".
Este verano en la orquesta hay 44 músicos israelíes, 40 de procedencia árabe, 26 españoles y 10 de otras nacionalidades. Ana Emilova, de 27 años, nació en Bulgaria. Guarda con delicadeza su violín tras el ensayo. "Todavía no me creo que yo aprenda con el maestro", exclama. Mahmoud Abdelkhalek, egipcio de 20 años, comparte este sentimiento: "Nunca en mi vida soñé con esto", sonríe con dientes blanquísimos. Gili Schurarzman, israelí de 25 años de pelo rubio se muestra orgullosa. "Nací en Israel pero ahora vivo en Berlín", dice reflexiva. A su lado, Tyme Khleifi, palestina de 18 años. Y también hay españoles: Sara Galán, madrileña de 18 años, es nueva en la orquesta. Salta un "geniaaal" al ser preguntada por su experiencia. Cuenta que convivir con gente de otras lenguas, culturas y religiones le está abriendo la mente. "No te imaginas lo que aprendo", celebra.
Mariam Said, esposa del célebre escritor palestino Edward Said -que fundó la orquesta East-Wester Divan junto a Barenboim- quiso destacar ayer esta idea entre todas las demás: "Si consiguiéramos abrir nuestra mente al otro, todo cambiaría". Said dio después más detalles: "Si de verdad los árabes pudieran entender el horror del Holocausto y los judíos visitaran el sufrimiento de las aldeas palestinas, podríamos hablar de futuro", contó la esposa del comprometido escritor.
El presidente de la Junta, Manuel Chaves, también asistió a la presentación de la gira. "Esta fue una oportunidad que pasó por aquí y supimos coger a tiempo. Los resultados están a la vista", se enorgullecía un Chaves sonriente y veraniego. A su vez, Barenboim le agradeció "el lugar físico e intelectual" que el presidente les brindó hace ya seis años.
La West-Eastern Divan tocará el seis de agosto en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Y al día siguiente en el Foro Americano de La Rábida (Huelva).
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