Récords tecnológicos y olímpicos
Como cada cuatro años, los videojuegos deportivos hacen su verano particular en las consolas, aunque sin el tirón del fútbol y las carreras
Los deportes han sido siempre fuente de inspiración para el mundo del videojuego. No hay compañía que pueda resistirse a aprovechar el boom mediático que significa tener en televisión durante 24 horas todo tipo de deportes. Aunque los coches y el fútbol se lleven la palma de las ventas, desde los años ochenta el espíritu olímpico ha estado presente en el mundo del ocio electrónico acompañando cada cuatro años la cita deportiva más importante del planeta.
Este año, varios son los títulos que saciarán la sed deportiva de los aficionados, por un lado Beijing 2008, de Sega, que como reza su subtítulo es el videojuego oficial de los Juegos Olímpicos, lo que significa que se han utilizado nombres reales de emplazamientos y competiciones. Por el otro está Summer athletics, titulado de una manera genérica puesto que no puede utilizar oficialmente el nombre de la capital china que acoge la cita olímpica de 2008.
Las mascotas Mario y Sonic fueron las primeras en presentarse a los Juegos Olímpicos de Pekín con un título propio para Nintendo DS y Wii (Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos). Además de encontrar a las mascotas de consolas rivales en un mismo videojuego, el uso del mando Wiimote también es novedoso, por primera vez en un videojuego olímpico se utiliza un periférico que obliga a moverse, teniendo que apuntar a la pantalla y agitarlo e inclinarlo para ganar en las diferentes modalidades.
Esta cita deportiva pone a prueba cada cuatro años la evolución que ha experimentado el mundo del videojuego en ese tiempo, incorporando mejoras en la física, en el modelado de deportistas o en la riqueza de detalles de los estadios.
El realismo conseguido en esta última cita olímpica es heredero directo de toda una serie de videojuegos dedicados al mundo del deporte con títulos tan insignes como Decathlon (1983), en el que tenían cabida diferentes especialidades olímpicas bajo la firma de David Crane, ilustre programador desde la época del Atari 2600.
El título era pura sencillez gráfica, pero eso no fue obstáculo para que el jugador disfrutara moviendo frenéticamente el mando de control para ganar en los 100 metros lisos.
El apasionamiento de los seguidores de los juegos de deportes con el mando de control, al que se debía aporrear cada vez más rápido si se deseaba ganar la preciada medalla, hizo que Konami presentará su Track & field (1983) junto a un periférico expresamente adaptado a los rigores del apaleamiento. La diferencia sustancial respecto a su antecesor fue la incorporación del grado de inclinación para los lanzamientos y los saltos.
La siguiente generación fue en 1984 con Hyper sports, conocido también como Hyper Olympic 84 fuera de Estados Unidos, en esta edición se incorporaron siete especialidades más, como la hípica, el tiro con arco y la halterofilia. Lo más novedoso del programa era que se debían controlar aspectos como la respiración y los reflejos.
Lo primero que se programó en España inspirándose en los Juegos Olímpicos fue Video olimpic, creado con motivo de los juegos de Los Ángeles por la legendaria Dinamic de la mano de Nacho Ruiz y que llegó a colocarse en los primeros puestos de las listas de ventas del Reino Unido.
Aprovechando la inolvidable cita olímpica de Barcelona 92 la extinta Topo Soft, una de las míticas desarrolladoras españolas, editó el juego Olimpiadas 92: gimnasia deportiva, que ocupó en los discos de la época la increíble cifra de 6 Mb y que tenía un sistema de control basado en iconos.
Opera Soft lanzó Olympic Games 92, exclusivo para compatibles. Posterior es el PC atletismo 2000, de Dinamic, con conexión de red para ocho jugadores y unas más que aceptables tres dimensiones.
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