Una renuncia a medias
Muñoz no se presentará a las elecciones de la federación de tenis, pero omite su fecha
Pedro Muñoz, presidente de la Federación Española de Tenis, anunció ayer que no se presentará a la reelección. La renuncia de Muñoz, enfrentado a toda la élite del tenis español, resultó insólita por su escenificación. Para decir que se iba "libremente" estuvo escoltado por Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte; Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, y Alberto López Viejo, consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid. Eso sí, sólo hubo referencias veladas a su volcánico conflicto con los jugadores desde que prescindió de su opinión al elegir Madrid como sede de la semifinal de la Copa Davis contra Estados Unidos, del 19 al 21 de septiembre. Muñoz no anunció la fecha de las elecciones, que se podrían retrasar hasta enero de 2009 si España llegase a la final. Tras pedir los aplazamientos correspondientes, el dirigente podría continuar en el cargo hasta entonces.
La omisión del dato causó momentos de tensión. Ocurrió cuando Muñoz admitió preguntas de los periodistas.
-¿Cuándo serán las elecciones?, le planteó Manuel Galé, presidente de la federación asturiana.
-Lo decidirá la junta directiva.
-Pero si ya fue.
-No; no fue, Manolo.
-Entonces, ¿esto es un receso?
La discusión, escenificada ante la prensa, dio vuelo a un anuncio que estuvo a punto de no producirse. Muñoz, que llegó ayer a las 5.45 de México, donde continuó sus gestiones para impulsar la federación iberoamericana, se desayunó con nuevas críticas a su gestión. Eso casi alteró el programa de la convocatoria: sus hombres de confianza consideraron que su renuncia podría interpretarse como un signo de debilidad, la consecuencia de presiones externas. El lío fue tal que sólo Lissavetzky, el hombre que apagó el conflicto entre Muñoz y los tenistas, acertó a explicar qué se había venido a comunicar. "Hay que agradecerle la valentía de anunciar que no se va a presentar", dijo el secretario de Estado.
"A nadie le quita [del cargo] ni la mentira ni el forzamiento", dijo Muñoz en alusión a los jugadores, que en distintas cartas públicas dijeron que no se sienten representados por él debido a sus continuas "mentiras". Muñoz negó que exista un pacto de silencio y que se vaya a cambio del final de las protestas. "Pido generosidad", dijo; "no tengo remordimientos".
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