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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

La orquesta de Aíto aturde a Argentina

España cuaja un partido muy serio y completo para superar de nuevo a un rival excesivamente duro y protestón

Robert Álvarez

Argentina lleva 14 años sin vencer a España. El dato resulta chocante si se tiene en cuenta la primorosa generación que le ha dado un título olímpico y una medalla de plata mundial en 2002. El pasado martes volvió a repetirse el triunfo español ante la albiceleste, que, encima, perdió el viernes ante Lituania. Entre unas cosas y otras, Ginóbili, Scola, Nocioni y compañía están que trinan. Salieron al Pazo Paz, de Ourense, dispuestos a morder. Lo hicieron. Con un par de triples de Nocioni y Delfino, empezaron marcando distancias (4-8). El problema es que, para ganar a la selección que dirige Aíto García Reneses, se precisa mucha más intensidad, diversidad táctica y jugadores en forma de los que dispone el técnico argentino, Sergio Hernández.

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La selección española funciona como un rodillo. Los argentinos denotaron por momentos que habían estudiado a fondo la salida de la presión que ejerce. Pero carecieron de la intensidad necesaria para mantener el ritmo y se perdieron a la que el equipo español cargó toda la munición. Parece inagotable. Cuando no cargan los pívots, lo hacen los aleros y, cuando no, los bases, especialmente resolutivos Calderón y Ricky. También iba camino de alcanzar una buena renta anotadora Raúl López, pero se lesionó -sufre un estiramiento en un aductor- y tuvo que irse al banco. No hay problema si un día fallan uno o hasta dos de los pilares del equipo. Por ejemplo, entre Pau Gasol y Rudy Fernández sólo sumaron ocho puntos. Los recursos dan esa tranquilidad. Justamente lo que no les sucede a los argentinos, que bajan el pistón notablemente cuando no cuentan con todos sus titulares en una formación ya lastrada de entrada por la renuncia de Pepe Sánchez, lo que la deja con Prigioni como único timonel de garantías.

Los argentinos también dosificaron a Ginóbili, que no hizo acto de presencia hasta el tercer cuarto. Su entrada reanimó a su equipo, que se acercó en el marcador (56-52), pero no frenó el festival de faltas, muchas de ellas técnicas y alguna que otra antideportiva. Todo ello no hizo más que ensuciar el partido sin que por eso encasquillara, antes al contrario, el espléndido funcionamiento del juego español, que volvió a propiciar una victoria contundente.

La diferencia final de 25 puntos delata el desplome argentino, especialmente en un último cuarto impropio por la actitud de algunos de sus jugadores, que claudicaron y se dedicaron a protestar. España, mientras tanto, a lo suyo. Ricky volvió a maravillar, Reyes estuvo efectivo, Marc fue un muro y Navarro y Calderón anotaron, lo mismo que Berni Rodríguez, muy inspirado. Buenas vibraciones para un equipo que aún no ha encontrado un rival capaz de exigirle al máximo. Tal vez, en este momento, ese adversario se halle al otro lado del Atlántico o en alguna isla griega.

Raúl López se dispone a encestar pese a la oposición de Prigioni.
Raúl López se dispone a encestar pese a la oposición de Prigioni.EFE

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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